Los trabajadores de la fábrica Robert Bosch de Alcalá de Henares anunciaron que recorrerán a pie los 34 kilómetros que separan la factoría de Madrid en septiembre. Lo harán para presionar a la compañía, que pretende cerrar la planta a finales de 2008. "Estamos negociando la fecha de la manifestación con la delegación del Gobierno", explicó José Miguel Polo, del comité de empresa de la Bosch. Junto a dos compañeros suyos, en representación de los 417 trabajadores, se reunieron en la Asamblea de Madrid con la portavoz del Grupo Parlamentario de Izquierda Unida, Inés Sabanés, y con el diputado responsable de Industria y Economía en IU, Fernando Camaño.
"Con la marcha queremos poner en tela de juicio que una multinacional que tiene 3.000 millones de euros de beneficios no tiene justificación para tomar medidas de cierre y vetar las inversiones en España", señaló Polo. Por su parte, Inés Sabanés manifestó su apoyo a la iniciativa de los trabajadores de la Bosch. Éstos ya saben lo que es luchar. El pasado junio, casi 200 de los 417 empleados viajaron hasta la sede central en Stuttgart (Alemania).
"Queremos que el Gobierno regional ponga compromisos claros sobre la mesa", exigió Sabanés. Los trabajadores de la Bosch fueron muy críticos con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. "Contrasta la beligerancia de la izquierda con esa desgana del Gobierno regional. Ha habido una dejación de la responsabilidad de Esperanza Aguirre", aseguró Polo.
Camaño, por su parte, pidió que se tomen medidas en la Comunidad de Madrid para evitar la deslocalización. "Hay que potenciar la industria", dijo. IU pedirá la comparecencia del consejero de Empleo, Fernando Merry del Val, y del director general de Trabajo, Javier Vallejo, para que expliquen los "compromisos y medidas concretas" del Gobierno regional para evitar el cierre de la Bosch de Alcalá.
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