Sesenta reclusos de Albacete han recibido ya ayuda para encontrar trabajo al salir en libertad

Para abrirles un horizonte esperanzador, ofreciéndoles una forma de ganarse la vida, que evite que vuelvan a delinquir el Ayuntamiento de Albacete y el centro penitenciario de La Torrecica, empezaron a trabajar hace dos años en lo que se bautizó como programa Horizonte.

Esta iniciativa hizo al consistorio albaceteño merecedor de la medalla de plata al mérito penitenciario. Cursos de formación ocupacional y ayuda para buscar trabajo, son algunas de las opciones que se les han ofrecido ya a 60 reclusos que han pasado por este programa, de los cuales 16 están trabajando para empresas.

Siguiendo con esta línea de colaboración, a través del Plan Integrado de Empleo, se ha formado a 12 reclusos en un vivero improvisado en uno de los patios de La Torrecica, dentro de un programa al que se ha llamado Ozono.

Higinio y Puri -la única mujer del curso- son dos de los seis internos que ahora están aprendido las técnicas de plantación o injerto de plantas. Como sus compañeros, muestran con orgullo sus resultados, «habéis visto que tomates, menuda ensalada me comí yo ayer»,comentaba ayer uno de los alumnos mostrando con orgullo sus resultados a los periodistas.

Curso de cocina

Ayer, recibieron la visita del concejal de Empleo, Ramón Sotos, que recogió la felicitación del director de la prisión, Antonio Muñiz, por la «oportunidad de resinserción social» que brinda el Ayuntamiento a algunos de los internos de la cárcel.

Al mismo tiempo que estos reclusos aprenden las técnicas de un vivero, otros grupos participan en dos cursos de pintor de edificios y solador y alicatador «hacer algo en la cárcel en beneficio personal es esencial, pues ocupan su tiempo y al tiempo reciben formación», dijo Muñiz.

El concejal de Empleo quiso subrayar que el programa Horizonte tiene un presupuesto de 168.000 euros, de los que 58.000 son aportados por el consistorio.

A este programa, que en su día fue pionero y al que ahora se han sumado otras ciudades como Cáceres o Granada, pueden acogerse internos que están en segundo o tercer grado o que han sido excarcelados en un periodo no superior a medio año. En septiembre, a través de este programa, se volverá a ofertar un curso de Auxiliar de Cocina similar al que ya se celebró el año pasado y que dio formación a ocho internos. Otros reclusos participan en talleres de empleo retribuidos.