Los mineros que trabajaban en la explotación que Boliden Apirsa tenía en Aználcollar (Sevilla) anunciaron el sábado que, a principios de la próxima semana, se reunirán para decidir en asamblea el calendario de movilizaciones a seguir por el despido de 22 compañeros que estaban recolocados en las nuevas empresas adjudicadas por la Junta de Andalucía.
En un comunicado de prensa, los ex mineros señalaron que no aceptarán los 22 despidos encima de la mesa y esperan que antes del 24 de agosto se depongan éstos, ya que, si no es así, se verán obligados a dar más contundencia a sus futuras movilizaciones.
Para los ex mineros, se debería tener en cuenta que después de seis años esperando una solución digna, 'no creerá la Junta que por que despida a algunos compañeros aceptaremos las ofertas del primer postor, no asemejándose ni en una coma a lo que se refleja en el acuerdo de 2002'.
No obstante, precisaron que seguirán demostrando que este colectivo tiene cabida en su totalidad en el recinto de la antigua mina de Boliden, como en estos últimos seis años, siempre y cuando por parte de la Administración que se hizo cargo de la restauración y del plan de abandono lo reconozca, cumpliendo con ello el compromiso que se adquirió ante las centrales sindicales y Gobierno central de entonces.
La rotura de la balsa de la mina de Boliden Apirsa el 25 de abril de 1998 provocó el vertido de seis millones de metros cúbicos de aguas ácidas y lodos contaminados en las cuencas de los ríos Agrio y Guadiamar. La empresa fue condenada y los trabajadores pedían ser recolocados por Egmasa.
En los últimos tres años, el portavoz destacó que la Junta 'ha estado buscando soluciones' para los trabajadores, pero el ex minero reclamó empresas solventes porque, según Fernández, 'la Junta sólo ha conseguido recolocarlos con contratos precarios en empresas con poca fuerza', lo que se suma, según el portavoz, a la pérdida de poder adquisitivo que sufrieron con la marcha de Boliden.
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