El crecimiento sostenible del empleo en el segundo trimestre del año es, junto al empuje del consumo interno, el principal impulsor de la economía canaria durante el segundo trimestre de 2007, en el que también se observa un “notable dinamismo de la actividad empresarial” sustentado en el mantenimiento del gasto de las familias.
Así se recoge en el Boletín de Coyuntura Económica del segundo trimestre de 2007 elaborado por la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Santa Cruz de Tenerife, en colaboración con la Caja Rural de Tenerife, y que fue presentado este lunes por la vicepresidenta de la entidad cameral, María de los Ángeles Palmero, y la directora del servicio de Estudios de la Cámara, Lola Pérez.
El Boletín refleja una evolución favorable de la economía canaria, según detalló Pérez, quien indicó que en el segundo trimestre del año se ha producido una mejora de la renta disponible de las familias, que se ha visto favorecida por el crecimiento del empleo y la contención de la inflación. Esta última se situó en junio en el 1,8 por ciento, seis décimas por debajo de la inflación nacional.
Como grupo más inflacionista del periodo está Vestido y Calzado, con un 6,7 por ciento, mientras que el único que baja es Comunicaciones (con un -0,1 por ciento). También se encarecieron los Carburantes y Combustibles (9,1 por ciento) y los Productos Energéticos (6,9 por ciento).
Lola Pérez destacó que el empleo es la variable estrella del segundo trimestre del año, con la creación de 9.800 puestos de trabajo, un dato “histórico”, según Pérez, que indicó que el empleo ha ido creciendo con una importante presión de la población activa. De los 9.800 nuevos puestos, 5.200 fueron ocupados por extranjeros, de los que 3.900 fueron no comunitarios y 1.300 comunitarios. El empleo alcanzó la cifra histórica de 924.500, lo que representa un 4,9 por ciento más en relación con trimestre del año 2006.
Ese buen comportamiento del mercado de trabajo también se observa en el descenso en el número de desempleados, 4.000 menos, lo que implica que la tasa de paro se situase en el 9,78 por ciento. El número de afiliados a la Seguridad Social aumentó entre abril y junio un 3,65 por ciento.
El comportamiento del mercado de trabajo también se notó por sectores, en los que se produjo de una forma más equilibrada. Así pese a la reducción en agricultura y al aumento estable en la construcción, se ha producido una recuperación en el sector industrial (que crece un 4 por ciento) y en servicios (con un incremento del 2 por ciento).
Durante el segundo semestre de 2007 la actividad empresarial registró un gran dinamismo, aunque el crecimiento se mostró más moderado que en el mismo periodo de 2006, destacó Lola Pérez, que precisó que la construcción continúa atenuando sus intensos ritmos de crecimiento. Así, dijo que la licitación oficial se recupera en mayo (último dato disponible) pero el acumulado del año sigue siendo inferior al de 2006, con disminución tanto en la edificación (-3,3 por ciento) como en la ingeniería civil (-38,3 por ciento). Por el contrario, crece el acumulado hasta abril (último dato disponible) en la superficie a construir (14,9 por ciento) y en las viviendas visadas (3,8 por ciento).
En el sector turístico, se produjo un aumento del número de viajeros que se alojaron en hoteles aumentó un 3,6 por ciento y de las pernoctaciones registradas (0,4 por ciento), pero estas cifras contrastan con un descenso del gasto turístico en el lugar de destino que, en los seis primeros meses del año, acumulaba una caída del 6 por ciento, que afecta tanto al gasto por persona (-3 por ciento) como al gasto diario (-4,5 por ciento) que hacen los visitantes.
Según los datos del Boletín de Coyuntura Económica, otro sector que presenta debilidades es el industrial, tal y como se pone de manifiesto en la evolución del clima industrial, con una tasa semestre acumulada del -1,5 por ciento, y del Índice de Producción Industrial (IPI), que en el segundo trimestre del año descendió un 0,8 por ciento, afectando negativamente a todos los componentes del índice salvo a la producción de bienes de consumo duraderos (7,9 por ciento) y a los bienes intermedios (2,2 por ciento).
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