La presencia del colectivo inmigrante en el mercado laboral alicantino ya no es sólo necesaria, sino imprescindible para mantener en pie la economía de la provincia. El peso específico de este nicho de trabajadores es más importante según aumenta su número, que a punto ha estado de alcanzar la psicológica e histórica cifra de cien mil trabajadores el pasado mes de julio, según los registros del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales hechos públicos ayer.
Aunque a fecha de 31 de julio se contabilizaban 98.460 extranjeros, en las empresas alicantinas, la media durante todo el mes ha rozado los cien mil empleados (99.772), número récord de contratados foráneos. Y la progresión sigue al alza, aunque se modera la aportación. La variación interanual es del 1,56 por ciento, pero nunca deja de crecer, según muestra el histórico de afiliaciones a la Seguridad Social.
A pesar de que el porcentaje es pequeño, en números totales significa que otros siete mil extranjeros se han incorporado a la Seguridad Social en Alicante en lo que va de año, muestran los datos del departamento que dirige Jesús Caldera. A pesar de la continua aportación, estas cifras no tienen nada que ver con la situación de los años 2002 y 2005, especialmente este último, cuando se incorporaron casi 25.000 asalariados foráneos más.
La entrada de mano de obra extranjera en la provincia no tiene nada que ver con las imágenes de cayucos en las costas ribereñas ni los vuelos transoceánicos desde Suramérica. La razón hay que buscarla en la apertura del espacio Schengen, de libre circulación de trabajadores entre países miembros de la Unión Europea.
De hecho, los trabajadores extracomunitarios decrecen en número. De los 63.336 cotizantes a la Seguridad Social en Alicante de este grupo que había en diciembre del 2006 se ha pasado a 59.375 empleados sólo siete meses después. Una destrucción de más de medio centenar de puestos mensuales entre este grupo.
Por el contrario, el incremento de cotizantes comunitarios supera los once mil trabajadores desde enero del año pasado. A comienzos de año, algunos países de la Europa del Este como Rumania, Bulgaria o Lituana entraron en el espacio común de la Unión Europea. Por tanto, estos europeos pueden residir y trabajar en España sin necesidad de permisos.
Este hecho se ha notado especialmente entre los rumanos, más de 1.600 nuevos empleados en siete meses, o los búlgaros, que han aumentado un 28 por ciento hasta junio, según Trabajo.
Los grupos más numerosos, sin embargo, son de países extracomunitarios. Ecuador y Marruecos siguen siendo los países que más trabajadores aportan a la provincia. Más de 13.000 ecuatorianos viven, trabajan y pagan sus impuestos en Alicante y once mil marroquíes.
La construcción y la hostelería son los sectores que recogen más trabajadores extranjeros. Pero no todo son empleados con una supuesta poca formación, puesto que más de diez mil ingleses trabajan en la provincia. Son el tercer grupo en importancia entre los cotizantes extranjeros, por delante de los colombianos.
Empuja al sistema
El mismo aumento en la cotización de extranjeros se muestra en el cómputo global de aportaciones al sistema público. Con una subida un poco superior al uno por ciento, los trabajadores activos en la provincia se quedan en 682.823 empleados empujados por la presencia cada vez más importante del colectivo inmigrante. Es decir, uno de cada siete afiliados a la Seguridad Social en Alicante no nació en España.
La provincia se queda como la quinta del país en acogida de trabajadores extranjeros, por detrás de Madrid, Barcelona, Valencia y Murcia, en lo que sería un empate técnico con la vecina región y sólo cuatro mil empleados menos que la capital autonómica.
Entre Cataluña y Madrid acogen casi la mitad de los inmigrantes que llegan a España a trabajar (poco más del 44 por ciento entre las dos). La Comunidad Valenciana es la cuarta autonomía en número, superada por Andalucía, pero sigue siendo un destino atractivo para el trabajador foráneo, con casi un cuarto de millón de cotizantes al sistema público de fuera del país.
Aunque en Alicante se ralentice, Valencia y Castellón mantienen un incremento en el número de cotizantes extranjeros superior al 9 por ciento, indican las cifras del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.
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