Una veintena de inmigrantes rumanos ocuparon a última hora del miércoles unas naves abandonadas situadas en los alrededores de la estación del AVE de Calatayud, después de que afirmaran sentirse abandonados y engañados por alguien que les había prometido trabajo en España.
El concejal bilbilitano de Seguridad, Federico Llorens, informó ayer a EFE que se dispuso de inmediato un dispositivo de intervención para evitar la concentración de estos inmigrantes y asesorarles para que pudieran volver a su país o recurrir a familiares o amigos radicados en España, en particular en Calatayud o los alrededores si es que los tenían, como así ocurría con varios de ellos.
Llorens explicó que, al llegar la Policía Local y los responsables municipales a esa zona de Calatayud, se encontraron también con otra familia rumana con niños, que había entrado en el edificio de una antigua fonda y a los que él mismo trasladó en su vehículo al albergue municipal para que pasaran la noche, ya que, según explicaron ellos mismos, iban a ser recogidos en Calatayud por unos familiares esta mañana.
Este edil explicó que la veintena de rumanos que habían quedado concentrados en Calatayud emprendieron ayer viaje a otros municipios para buscar trabajo o buscar residencia con la ayuda de compatriotas, si bien alguno de ellos ha encontrado alojamiento en esta misma ciudad.
Esta no es la primera vez que se produce un problema similar con ciudadanos rumanos en la provincia de Zaragoza, puesto que a mediados de julio más de cuarenta hombres y mujeres de esa nacionalidad quedaron desamparados en el municipio de Calatorao tras ser víctimas otra estafa laboral.
En aquella ocasión, las víctimas de la estafa, que llegaron a España bajo la promesa de empleo en tareas agrícolas, pudieron volver a su país de procedencia gracias a la ayuda prestada por la comarca de Valdejalón.
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