Una veintena de trabajadores del Servicio de Contra Incendios de la Xunta de Galicia participaron ayer en una manifestación para exigir mejoras laborales, donde cortaron una de las calles céntricas de la ciudad de Ourense, en las inmediaciones del Edificio Administrativo de la Xunta.
El tráfico permaneció cortado en la Avenida de la Habana de la capital de As Burgas por los trabajadores, que se concentraron en un primer momento ante la delegación provincial de Medio Ambiente de la ciudad, en la calle del Paseo.
En la segunda jornada de actos reivindicativos (son un total de cuatro), que acompañan a los respectivos paros de actividad, los trabajadores ofrecen información a los ciudadanos sobre las condiciones de los trabajadores para, según ellos, "acabar con la manipulación" de la Consellería de Medio Rural, a la que acusan de "manipular a los medios de comunicación".
Los manifestantes pidieron, a través de consignas, que se "garantice" la defensa del servicio público de extinción contra incendios forestales de la Xunta de Galicia; reclaman la apertura de la mesa de negociación para llegara un acuerdo de sus condiciones de trabajo.
El acto fue secundado por cerca de una veintena de trabajadores porque, según explicó el representante del comité de empresa, Juan Adolfo Pérez, participaron en la manifestación los trabajadores que se encuentran en "su día de descanso" porque los servicios mínimos son "del cien por cien".
QUEMA DE CONTENEDORES
Respecto a la quema de contenedores, el representante del comité de empresa aseguró que la "soberbia" de la Consellería de Medio Rural es "la única culpable".
En este sentido, Juan Adolfo Pérez admitió que son actos de los que "no estamos orgullosos" pero insistió en que "la única responsable" de este tipo de actos es la Consellería de Medio Rural por "su postura intransigente, soberbia y hacer oídos sordos a las reivindicaciones de los trabajadores".
Pérez manifestó que en el Servicio Contra Incendios llevan "más de 20 meses" de conflicto laboral y Medio Rural "no mueve pieza", y que, por tanto, los trabajadores llegaron a la situación de que "quieren que se hagan oír sus reivindicaciones"
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