El ambiente en la planta de productos cárnicos de Primayor Elaborados S. L., más conocida como la 'choricera', es cada vez más irrespirable. La pretendida unidad de acción entre sindicatos se resquebraja por momentos en el seno de una plantilla acuciada por los problemas financieros del grupo Proinserga, en la que está encuadrada esta factoría.
Los trabajadores que conforman el personal actual de la empresa se mueven entre la resignación, la indignación y la incertidumbre sobre su futuro. Un grupo de empleados de la 'choricera' ha emitido un escrito en el que carga sus tintas contra el comité de empresa. «Nos sentimos totalmente abandonados», lamentan en este comunicado firmado por once operarios de la fábrica segoviana. Los afectados arremeten contra sus representantes legales, a los que acusan de haber permitido la confección de una lista «con premisas anticonstitucionales y discriminatorias».
Se refieren a la relación de los 127 puestos de trabajo que se incluyen en el régimen de suspensiones temporales de empleo diseñado en el plan de choque que permitió liberar el aval de diez millones de euros que ejecutó la Junta de Castilla y León.
Las suspensiones provisionales de empleo de tres meses pactadas con la empresa comenzarán a ser efectivas hacia el 15 de septiembre, según fuentes cercanas al proceso.
Cabe recordar que los sindicatos mayoritarios -Unión General de Trabajadores y Comisiones Obreras- firmaron un acuerdo social y laboral con los administradores concursales, la dirección de Proinserga y la Administración autonómica.
Por obligación
El comité de empresa de la 'choricera' recuerda que en ningún momento ha accedido a que hubiera ninguna baja, ya fuera provisional o definitiva, en la plantilla de la planta segoviana. Pero la necesidad del dinero para intentar reflotar la actividad, que no para saldar la deuda acumulada por la primera industria de la provincia, hacía necesaria la apertura de un expediente de regulación de empleo, que en el caso de Primayor Elaborados S. L. afecta a 127 operarios.
De hecho, en el acuerdo con la Junta de Castilla y León para lograr el depósito de diez millones de euros, los sindicatos lograron que los despidos se convirtieran, al menos durante tres meses, en suspensiones temporales de empleo. El comité de empresa de la fábrica segoviana asegura que se vieron obligados a aceptar el expediente de regulación de empleo, ya que se trata de una medida «pensada con los pies».
Los trabajadores que firman el escrito contra el comité de la 'choricera' hablan de que si la lista de bajas no es definitiva, no se tenía que haber publicado. En ella aparecen, como ya se apuntó al principio en la propuesta de la empresa, los empleados de más de 50 años y «otros menores designados a dedo», dicen en el escrito.
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