Medir la satisfacción laboral y valorar la implicación de los jóvenes trabajadores de la Comunitat Valenciana es el objetivo del estudio realizado por Bancaja y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) para conocer la actitud de la juventud en el mercado laboral.
En el informe, realizado en base a multitud de encuestas, se desvela que los hombres y mujeres con un contrato indefinido y experiencia laboral se implican más en el trabajo, lo que mejora los niveles de productividad de la mayoría de las empresas que potencian como valor fundamental el factor humano.
Siguiendo las características del empleo, presentan niveles de mayor autoeficacia, creencia de su competencia para lograr desempeñar su trabajo, los jóvenes autónomos, los que trabajan en una empresa de trabajo temporal, quienes realizan labores en el sector de la industria o de los servicios y los que trabajan en empresas de menos de diez trabajadores, según los datos del informe.
Los encuestados en el estudio califican con un cuatro sobre cinco su nivel de eficacia y competencia laborales y la implicación es algo más elevada a medida que se cumplen años y se tienen títulos universitarios. Precisamente con respecto a la implicación del empleado en el devenir de la empresa, los que poseen un empleo estable, trabajan en la administración o son autónomos, tienen índices más elevados de implicación (con una puntuación que ronda los cuatro puntos) en comparación con los que desarrollan su experiencia profesional en puestos que requieren menos cualificación de la que tienen.
Confianza en la empresa
A mayor confianza del trabajador con la empresa, mayor es también la implicación de éste último. Se trata de un dato que valora la percepción del cumplimiento de las promesas por parte de las firma y que está estrechamente relacionada con la connivencia con los contratadores.
En este área, quienes peor opinión tienen sobre la confianza en la empresa son los jóvenes que trabajan en negocios familiares o los que están en precario, sin contrato o con salarios muy por debajo de sus necesidades.
Lo que viene a demostrar la relación entre el empleado y la firma es que, cuanto mejor y más estrecha es la confianza, mejores son los ambientes de trabajo y las opciones de incrementar su rentabilidad económica es también mayor.
El estrés laboral es, según el informe elaborado por Bancaja y el Ivie, mayor entre varones, quienes viven en un domicilio propio, trabajan en grandes empresas, tienen una centralidad laboral relativamente baja, valoran menos los aspectos sociales de su entorno en el puesto que desempeñan y perciben que sus empresas no cumplen adecuadamente las promesas que les realizaron al firmar el contrato.
Inserción laboral
Con todo, la investigación sobre inserción laboral de los jóvenes y la sociabilización de los recién incorporados a una organización ha puesto de manifiesto, según el estudio, que durante este periodo, el estrés por el desempeño de determinados roles juega un papel relevante y que si es muy elevado el índice de ansiedad, estas experiencias representan un factor de riesgo psicosocial para los más jóvenes.
La falta de recursos para hacer frente a las exigencias del trabajo supone la principal causa de tensión en el trabajo. Los universitarios y quienes llevan más tiempo en el puesto sufren más esta sobrecarga de estrés y son más tendentes a presentar cuadros de ansiedad, según el informe de Bancaja y el Ivie.
En este debate entre empleos con contrato temporal o definitivo, los empresarios han fomentado en los últimos años la contratación temporal, de manera especial entre los trabajadores comprendidos entre los veinte y los cuarenta años. Esta circunstancia ha provocado la creación de una masa laboral con contrataciones temporales que se ha ido ensanchando con los años y es uno de los factores más importantes del mercado laboral.
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