Miles de inmigrantes liberianos residentes en los EEUU serán obligados a abandonar el país el 1 de octubre después de que el departamento de Seguridad Interna haya dado por concluido su Status de Protección Temporal (TPS, en sus siglas inglesas).
Pero un informe conjunto publicado por el bufete Dorsey & Whitney y Abogados de Minnesota por los Derechos Humanos señala que no es el momento para que las autoridades estadounidenses den por concluido el TPS de los inmigrantes liberianos.
El TPS permite a ciertas poblaciones residir en los EEUU debido a conflictos armados en marcha, desastres medioambientales, u otras condiciones extraordinarias o temporales.
Cientos de miles de liberianos fueron forzados a huir de Liberia cuando estalló la guerra civil en el país el 24 de diciembre de 1989. Miles de ellos huyeron a los EEUU en busca de paz, seguridad, empleo, sanidad y educación.
Muchos liberianos han formado desde entonces hogares seguros y estables en los EEUU, tienen trabajos regulares, pagan sus rentas, poseen casas y asisten a la escuela. A parte de haber tenido muchos hijos en EEUU [que son ciudadanos estadounidenses], algunos liberianos han vivido 15 años en el país.
El informe señala que el gobierno liberiano necesita suficiente tiempo para establecerse como una democracia segura y estable capaz de atender las necesidades de su población. Siendo esto así, recomienda que se permita a los liberianos permanecer en los EEUU mientras su gobierno hace progresos durante este "momento crítico en su historia".
El informe examina la situación actual de Liberia, teniendo en cuenta su programa de regreso de refugiados y sus sistemas económico, de infraestructura, sanitario, educativo, de seguridad y de justicia.
A pesar de que la guerra concluyó en 2003 y de la elección de un nuevo gobierno en 2005, Liberia tiene aún un gran camino por recorrer en término de desarrollo de su devastada economía, infraestructura y servicios sociales. La mayoría de la población aún vive sin agua potable corriente, electricidad y acceso al sistema sanitario.
Liberia tiene que enfrentarse también a un alto índice de analfabetismo [más del 70%], de desempleo y a las depauperadas condiciones de las escuelas. Los estudiantes liberianos tienen que ser educados por profesores no cualificados.
Además, la pequeña e inadecuada fuerza policial liberiana está pobremente equipada y el alto índice de criminalidad del país se ve exacerbado por el paro, destaca el informe.
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