Médicos y enfermeros están enrolados en el mismo equipo y luchan contra un enemigo común, la enfermedad, pero tienen competencias distintas. La Ley de Garantías y Uso Racional de Medicamentos y Productos Sanitarios, aprobada el verano pasado, solamente permite a médicos y odontólogos prescribir fármacos, excluyendo a los profesionales de enfermería, que han visto recortadas sus atribuciones a la hora de administrar medicinas o productos sanitarios a los pacientes.
Algo tan simple como aplicar una pomada, poner un pañal, unas tiras reactivas o un apósito o darle un calmante a un paciente que lo necesite por un fuerte dolor no pueden hacerlo los enfermeros con una interpretación estricta de la ley. Aunque en la práctica estos profesionales continúan desarrollando funciones que han venido ejerciendo desde hace muchos años, si no hay una regulación de la norma por las comunidades autónomas o se aprueba una disposición adicional a la ley, los enfermeros cometerán una ilegalidad si prescriben cualquier fármaco e incluso pueden ser acusados de intrusismo profesional y tener una responsabilidad civil.
Las aguas empiezan a bajar revueltas. El colectivo de enfermeros no descarta llevar a cabo movilizaciones si no se atienden sus peticiones de que se aclare cuanto antes la situación y se les dé una cobertura legal en cuanto a la prescripción de medicinas se refiere. «Ha pasado ya un año desde que se aprobó la ley y aún no se han arbitrado soluciones a esta cuestión. El Consejo General de Enfermería ha hecho diferentes análisis y alerta de que los enfermeros podemos caer en el intrusismo y la ilegalidad si hacemos cualquier actuación relacionada con la prescripción», manifestó a este periódico el presidente del Colegio de Enfermería de Málaga, Juan Antonio Astorga.
Productos sanitarios
Astorga indicó que hay una serie de productos sanitarios que manejan los enfermeros en su trabajo habitual como pañales, pomadas, tiras reactivas o compresas que, con la ley en la mano, ya no están autorizados a dar a los usuarios si no son prescritos por un médico. «Esto, si no se corrige pronto, puede llegar a bloquear muchas actuaciones sanitarias y conducirnos a un absurdo que repercutiría negativamente en el trabajo de los centros y en la atención a la población», agregó Astorga.
Este colectivo profesional confía en que se introduzca una disposición adicional a la ley, y que las comunidades autónomas regulen un catálogo de productos sanitarios que puedan ser prescritos por los enfermeros, como ya sucede en distintos países. «No podemos seguir con esta incertidumbre ni caer en la ilegalidad. Hemos informado a los centros sanitarios de estas circunstancias y esperamos que se pronuncien. Si no lo hacen, el Consejo General de Enfermería emitirá unas pautas y un protocolo de actuación para alertar a los compañeros de que caerán en el intrusismo», dijo Astorga.
Para evitar esa vulneración de la normativa, los enfermeros están a la espera de que haya correcciones a la ley para ofrecerles una mayor seguridad en su actividad diaria.
El Sindicato de Enfermería (Satse) solicitó en su momento a la consejera de Salud de la Junta de Andalucía, María Jesús Montero, una serie de medidas que reconozcan la prescripción de medicamentos por parte del personal de enfermería. Hasta la fecha, esa autorización no se ha producido. Montero señaló, tras recibir la petición, que había que estudiar qué productos podían ser prescritos por los enfermeros.
Inseguridad laboral
Estos profesionales se sienten perjudicados por la aplicación de la ley, ya que les deja fuera de juego en la administración de medicamentos que han estado dando sin problemas. El Ministerio de Sanidad se comprometió a desarrollar una disposición adicional de la ley para delimitar cuál es el margen de actuación de los enfermeros en el suministro de los fármacos a los pacientes. El Colegio General de Enfermería está dispuesto a convocar movilizaciones en otoño si no se aclara el caso.
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