La vuelta al trabajo siempre es dura. Se encarecen las hipotecas, sube el pan, la leche, los huevos y, por si fuera poco, llegan épocas de vacas flacas para los suculentos bonus que en los últimos años han ‘engordado’ las cuentas corrientes de los altos ejecutivos de Wall Street.
Antes de hacer las maletas, muchos de ellos ya soñaban con el destino de esas pagas extraordinarias. Un Porsche nuevo, quizás una vivienda de lujo… Sin embargo, en los tres últimos meses se han producido acontecimientos que podrían acabar con tanto optimismo: la crisis subprime ha provocado fuertes sacudidas en los mercados bursátiles y ha castigado directamente a algunas compañías, lo que puede pasar factura al bolsillo de estos directivos.
Aunque todavía es pronto para evaluar cómo afectará a los bonus anuales, lo cierto es que la euforia de hace cinco meses –se hablaba de incrementos de hasta el 20% respecto a las cifras de 2006-, ha dado paso a cierta prudencia.
En 2006, cada uno de los altos directivos de Wall Street ingresó de media más de 137.000 dólares en bonus, un 15,2% más que en 2005. Ahora, la consultora Options Group habla de un descenso del 5%, el primero en cinco años de bonanza, y apunta hacia los hedge funds y las inversiones alternativas como los sectores más castigados. Johnson Association, otra consultora del sector se muestra menos negativa. Señala que el verdadero impacto no se sentirá hasta 2008 y cree que “este año, los bonus todavía serán muy apetitosos”.
Tampoco están para tirar cohetes en Londres. Pese a que en la primera mitad del año se han producido importantes transacciones y operaciones empresariales, la City no ha conseguido mantenerse al margen de los vaivenes de la bolsa. Los banqueros, que ya se frotaban las manos soñando con sus nuevos yates de lujo y con sus mansiones en la playa, posiblemente tendrán que aparcar sus compras hasta una nueva época de vacas gordas.
Los bonus en la City también se resienten
Según estimaciones del Centre for Economics and Business Research (CEBR), los ingresos variables podrían caer hasta un 25%, aunque los menos agoreros hablan de descensos algo menores: entre el 10% y el 15% respecto a las cifras del año pasado.
“Los bancos están registrando incrementos importantes de los costes. No pueden acceder a liquidez tan barata como lo han hecho hasta ahora. El primer gasto del que van a prescindir es el de los bonus”, comenta un miembro de (CEBR).
En España, resulta más complicado calcular cómo puede afectar la crisis hipotecaria de Estados Unidos a los bonus de nuestros ejecutivos ante la ausencia de estudios al respecto, pero nadie duda de que afectará. En los últimos años, la tendencia es ir hacia el modelo americano y que sus sueldos se distribuyan entre un fijo y una cantidad variable. Además de la edad o la experiencia, el banquero privado gana su sueldo en función de unos objetivos fijados. Si éstos fallan, los ingresos se resentirán.
Cargando ...
Los comentarios están cerrados.