El 17,5% de los europeos entre 15 y 24 años, es decir un total de 4,6 millones de jóvenes, no tienen trabajo y casi el 40% del total de parados de la Unión Europea son menores de 30 años, según los datos sobre el empleo juvenil presentados en Bruselas por la Comisión Europea, que ha pedido una mayor inversión a los Estados para facilitar la integración sociolaboral de los más jóvenes.
El documento del Ejecutivo comunitario pone de relieve grandes diferencias por países y señala, entre otras cosas, que en 2006, 13 Estados miembros tenían una tasa de paro juvenil por encima de la media europea del 17,5% para el tramo de edad entre los 15 y 24 años, entre ellos España, con el 18,2%.
En términos globales, los jóvenes entre 15 y 29 años representaban en 2006 casi el 40% del total de desempleados de la Unión Europea de 27 miembros. La población entre 25 y 29 años sufre menos la incidencia del paro y la media europea se situa en el 10,1%. Además, los jóvenes son la población activa más afectada por el trabajo temporal y la precariedad. En el caso de España casi el 65% de los jóvenes entre los 15 y los 24 años tienen este tipo de relación contractual.
La Comisión alerta también de que uno de cada seis jóvenes europeos sigue abandonando los estudios prematuramente y destaca la necesidad de invertir más, tanto a nivel europeo como nacional, y en una fase más temprana en la educación y la sanidad de los jóvenes y mejorar el periodo de transición de la fase de estudio a la vida laboral.
Bajo el umbral de la pobreza
Para el comisario responsable de Educación, Ján Figel, si se tiene en cuenta el envejecimiento acelerado de la población europea y la disminución del número de trabajadores jóvenes, la UE tendrá que redoblar esfuerzos para crear mejores condiciones para que los jóvenes puedan desarrollar sus capacidades y participar más activamente en la sociedad.
Vladimir Spidla, comisario de Empleo, Asuntos Sociales e Igualdad de Oportunidades, ha reclamado eliminar los obstáculos "estructurales" que impiden a los jóvenes acceder al mercado laboral, reforzar la formación continua y mejorar los sistemas de formación profesional en los Estados del sur y en los nuevos Estados miembros.
Ha subrayado, asimismo, que uno de cada cuatro jóvenes europeos se encuentra en situación de riesgo de caer en la marginalidad al no tener la cualificación necesaria para acceder al mercado laboral o que uno de cada cinco niños vive bajo el umbral de la pobreza por lo que urgió a elaborar programas para erradicar este problema "tan pronto como sea posible".
Los inmigrantes y las minorías ven acrecentado este riesgo de marginalidad, ha añadido el comisario, quien ha querido dejar claro que la solución al desempleo juvenil no está en poner en marcha nuevos programas o conceder ayudas financieras complementarias, sino en aprovechar las herramientas ya existentes.
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