La multinacional de componentes del automóvil Frape Behr presentó ayer al comité de empresa una alternativa al cierre anunciado esta semana de su planta de Barcelona y condicionó su permanencia en la Ciudad Condal a la reducción de la plantilla en un tercio y la congelación salarial hasta 2010.
La compañía consideró necesario el despido de 69 trabajadores y la prejubilación de 34 más del total de 340 empleados en plantilla que trabajan en la fábrica que Frape Behr tiene en el polígono industrial de la Zona Franca.
La empresa aseguró que los despidos son 'imprescindibles' para garantizar la continuidad de la planta y advirtió al comité de que, si no apoyan el paquete de soluciones aportadas, 'sería absolutamente inevitable la presentación de un expediente de regulación de empleo', que extinguiría los contratos de todos los trabajadores.
Asimismo, Frape Behr incluyó la congelación salarial durante los próximos dos años como una medida más para evitar el cierre y añadió acciones para paliar el 'altísimo' porcentaje de absentismo laboral, así como la implantación de medidas de flexibilidad que rigen en la planta de Montblanc (Tarragona).
El responsable de política industrial del sector del metal de CC.OO. de Catalunya, Pere Colell, manifestó a Europa Press que con el primer anuncio del cierre de la planta la compañía pretendía ejercer 'una gran presión' para que se aceptaran sus alternativas.
Colell aseguró que Frape Behr es una planta 'a preservar' por parte de los directivos, ya que acoge una 'gran parte' del segmento tecnológico de la compañía y su trabajo es 'de alta calidad'.
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