El Alto Tribunal de Seúl acordó ayer revocar la sentencia dictada el pasado mes de febrero que condenaba a tres años de cárcel al presidente de Hyundai Motor, Chung Mong-Koo, por desvío de fondos y soborno.
El tribunal coreano, formado por tres jueces, ha suspendido la condena por un periodo de cinco años, de forma que el máximo responsable de Hyundai evitará ir a la cárcel si en este periodo no es condenado por otra causa. Además, Chung Mong-Koo ha tenido que destinar 780 millones de euros de su fortuna personal a fines sociales y deberá prestar servicios a la ciudadanía relacionados con su experiencia empresarial.
El presidente del Alto Tribunal de Seúl, Lee Jae-Hong, explicó en la sala que el presidente de Hyundai tiene una gran influencia sobre la economía surcoreana y es, además, un símbolo para el primer fabricante de automóviles del país. 'También soy ciudadano de la República de Corea y no estoy dispuesto a tomar una decisión que pondría en riesgo la economía nacional', señaló el juez.
Según dijo el magistrado, la decisión judicial fue pospuesta hasta en dos ocasiones porque el tribunal necesitaba más tiempo para deliberar. A la hora de dictar la sentencia, los jueces han tenido en cuenta las opiniones de diferentes personas, incluidos otros jueces, fiscales, abogados, periodistas e incluso 'taxistas y camareros'.
El pasado mes de febrero, un tribunal de menor rango condenó a Chung Mong-Koo a tres años de cárcel por desviar más de cien millones de dólares (73 millones de euros) de Hyundai para sobornar a altos cargos y conseguir la adjudicación de contratos para empresas del grupo.
El fiscal, que quería elevar la condena al presidente de Hyundai de tres a seis años de prisión dada la gravedad del delito, no ha hecho público si recurrirá la sentencia ante el Tribunal Supremo, algo poco probable, ya que el Supremo sólo interviene en Corea para dictaminar la inocencia o culpabilidad del acusado. En este caso, Mong-Koo sigue siendo considerado culpable.
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