En las empresas tecnológicas de Silicon Valley encontrar profesionales capaces de adaptarse a sus exigencias es cada vez más complicado. Por eso, se han tenido que adaptar y buscar nuevos métodos para reclutar a este tipo de talentos. Uno de los métodos elegidos son los almuerzos patrocinados, donde los trabajadores acuden a la cafetería de las compañías para almorzar y conocer de primera mano los puestos vacantes que hay. Este fenómeno, llamado Lunch 2.0, ha sido ya adoptado por empresas como Microsoft o AOL. Otra de las técnicas es hacer en las pruebas de selección preguntas extrañas que obligan a los candidatos a demostrar su capacidad de trabajar sobre suposiciones.
Silicon Valley se queda sin talentos. La cantidad de buenos empleados se ha reducido y las empresas se ven obligadas a adaptarse y a competir duro para conseguir a los mejores. Cualquier método es bueno.
La última tendencia son los almuerzos para reclutar trabajadores. Este concepto ha sido bautizado como “Lunch 2.0” (Almuerzo 2.0), pero no ha sido idea de ninguna empresa tecnológica, sino de uno de sus empleados.
Como recoge The Wall Street Journal, todo empezó cuando Mark Jen, que ahora es gerente de programas de Tagged Inc., una empresa de contactos sociales en línea, fue a comer a la cafetería de Google para ver a sus ex-compañeros. Mark fue despedido meses antes por hacer comentarios en un blog sobre su trabajo en la famosa empresa del buscador.
Lo que comenzó siendo un simple almuerzo se fue convirtiendo en una manera de conocer gente de otras empresas y de adentrarse en los procesos internos de éstas. Ese primer almuerzo tuvo lugar hace dos años, y los que allí se reunieron decidieron hacerlo con regularidad, pero rotando por las cafeterías de otras empresas.
Abrieron un blog en Internet y empezaron a colgar el horario y los sitios de reunión para que más trabajadores curiosos se fueran uniendo a este movimiento.
Los empleados de Silicon Valley no suelen hacer muchas salidas a empresas cercanas, con lo que no conocen otras realidades que les rodean. El Lunch 2.0 ha abierto nuevas oportunidades en este sentido.
Gran red de contratación
Ya se ha convertido en una gran red de contactos sociales en la que participan, ingenieros, estudiantes en prácticas en busca de un puesto (y de comida gratis) y empresas de capital-riesgo.
Al principio, los participantes tenían que ir invitados por algún empleado (Google permite a sus empleados llevar invitados a sus cafeterías, por ejemplo), pero pronto fueron las propias empresas las que se dieron cuenta de que este movimiento podía atraer a nuevos talentos.
Por ello, ahora son ellas las que invitan a asistentes ávidos de encontrar trabajo o a reporteros y “blogers” influyentes que son convenientemente informados sobre los productos y proyectos de la empresa anfitriona.
Empresas como Facebook o Microsoft han patrocinado alguno de estos almuerzos. La idea ya se está difundiendo por otros estados e incluso han llegado hasta algunas ciudades de Alemania e India.
Pizza para todos
Uno de los últimos almuerzos ha sido patrocinado por AOL. Este gigante de la comunicación atrajo a 200 personas que fueron a comer pizza. Allí colocaron un stand para ofrecer información respecto a los puestos vacantes de la empresa.
Los Lunch 2.0 facilitan, además, el contacto con los jefes de las empresas porque todo se desarrolla en un ambiente distendido, lejos de las tensas entrevistas de trabajo.
No sólo los candidatos se ven obligados a prepararse bien y a buscar nuevas formas de contactar con las empresas. Éstas también han tenido que adaptarse a los nuevos tiempos. Estos almuerzos patrocinados son un buen ejemplo.
Otra tendencia cada vez más extendida entre las empresas tecnológicas de Silicon Valley es formular preguntas que ponen a prueba la capacidad de improvisación y la creatividad de los candidatos en los procesos de selección de personal.
¿Cuánto pesa un Boeing?
Por ejemplo, Amazon es conocida por preguntar a sus candidatos cuántas estaciones de servicio hay en los Estados Unidos. Microsoft pedía a los candidatos que dijeran cuánto pesa un Boeing 747.
Google, que se caracteriza por ser una de las empresas del mundo donde mejor ambiente de trabajo hay, ha llevado esta nueva forma de reclutar talentos hasta el extremo. Así, como señala Infobae en un artículo, llegaron a retar a sus ingenieros publicando en un tablón de anuncios, situado en una carretera del propio Silicon Valley, complicados problemas matemáticos e invitaba a los automovilistas que pasaban por allí a mandar sus respuestas a una página web. Poca gente sabía que en la URL del sitio web se ocultaba la respuesta al problema.
Esta forma de conocer a los candidatos, que puede parecer excéntrica, tiene su explicación. Los programadores de software no trabajan sobre respuestas exactas, sino sobre suposiciones. Por eso, las empresas quieren conocer qué capacidad tienen sus futuros trabjadores para hacer supuestos.
Por otro lado, haciendo ciertas preguntas se quiere comprobar la rapidez y la creatividad de los que aspiran al puesto ante un determinado problema. Las empresas ya no buscan ingenieros con un expediente académico intachable. Se inclinan más por personas que son capaces de improvisar y buenos trabajadores, aunque no tengan todos los conocimientos técnicos necesarios.
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