En torno al 70% de los contratos que consiguen los jóvenes sevillanos duran menos de un mes, lo que habla de la falta de estabilidad y precariedad laboral que sufren los menores de 30 años de la ciudad y el área metropolitana, según el estudio Empleo juvenil en la ciudad de Sevilla, presentado ayer.
Los datos de este análisis, realizado por un grupo de profesores de la Universidad de Sevilla, apuntan que durante 2005 cada joven contratado tuvo una media de 2,39% contratos al año.
El 92,97% del total de contratos que tienen los jóvenes son temporales. En 2006, se realizaron 343.000 contratos de este tipo, frente a 25.000 fijos-indefinidos. Sólo por obras y servicios se llevaron a cabo 155.000; por cuestiones de productividad, 161.000; y 2.900 por prácticas. Los contratos temporales que tuvieron los jóvenes de más de entre 7 y 15 días de duración fueron 13.000. Los de menos de una semana, unos 11.000.
Sólo el 7,03% de los contratos que consiguieron los jóvenes sevillanos el año pasado fueron indefinidos, por lo que "al que consiga un contrato indefinido, le ha tocado la lotería", explica Eduardo Román, profesor de Derecho del Trabajo de la Hispalense.
En España, la tasa de paro de jóvenes menores de 30 años es del 8,15%. A los que más le afecta el desempleo son a los chicos y chicas de entre 16 y 19 años (casi un 25%), seguidos de aquellos que tienen entre 20 y 24 años (14%) y los de entre 25 y 29 (9,54%). En Sevilla, el paro juvenil supone un 40% del total.
Grandes tópicos
Si el paro afecta a la juventud, las que más lo sufren son ellas. En torno a un 60% del total de desempleados sevillanos con menos de 30 años son mujeres, es decir dos tercios del total.
Además, entre los universitarios que demandan empleo, el 75% son mujeres. También, ellas sufren más los contratos eventuales (84.500 mujeres, frente a 77.000 hombres).
Las conclusiones
Los resultados del estudio apuntan que el paro juvenil sigue siendo grave, aunque "va en descenso", según Antonio Ojeda, catedrático del derecho al Trabajo. Sin embargo, "la calidad en el empleo es lo que más preocupa a los jóvenes" en estos momentos.
"Encuentran empleo, pero es precario, mal retribuido y con condiciones laborales malas", mantiene este profesor de la Universidad de Sevilla, que añade que "al haber precariedad, los jóvenes saltan de un empleo precario a otro, habiendo una larga distancia entre lo que tienen y lo que les gustaría ser".
Todo esto influye, además, en su formación. La que han recibido en el instituto o la Universidad "no es suficiente ante tanto cambio".
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