Tres trabajadores del Centro Recreativo Segedano deberán pagar una multa de 200 euros y manifestar una disculpa pública por impedir la entrada de doce personas discapacitadas y cinco monitoras del centro Aprosuba de Zafra (Badajoz) a un baile público celebrado en la localidad segedana el pasado día 4 de febrero del año 2006.
La directora de Aprosuba, Rosario Bru –que demandó al centro de recreo por "trato discriminatorio" cuando tuvieron lugar los hechos– se mostró "muy satisfecha" por la resolución emitida por el Juzgado de lo Penal número 1 de Badajoz, tras la negociación a la que llegaron ambas partes, a las puertas del juzgado.
En declaraciones a Europa Press, la responsable del centro para la inserción social de personas discapacitadas explicó "la impotencia" sufrida por los afectados durante los lamentables hechos ocurridos aquella noche, en la que "los residentes acudían ilusionados a un baile abierto a todos los públicos", según insistió.
"TRATO BOCHORNOSO E INDIGNO"
En cuanto al relato de lo acontecido aquel mes de febrero, Estrella Candelario, una de las cuidadoras a la que también se bloqueó el acceso al interior del local, consideró "bochornoso e indigno" el trato recibido por tres trabajadores del local.
Así, expuso que tras decidir ir al baile para "bailar y divertirse como cualquier persona", llegaron al lugar y se les denegó la entrada en tres ocasiones, aduciendo que era una celebración privada, algo que les extrañó ya que un cartel decía "que la entrada era libre".
Sin embargo, Estrella sostuvo que tras la segunda negativa, otro de los trabajadores argumentó que "no se permitía la entrada a menores", respuesta que sorprendió a los afectados ya que todos son adultos.
"INSULTOS"
Finalmente, tras la insistencia de las cuidadora el tercer trabajador les dijo que otro día podían celebrar un baile "exclusivo para ellos", entonces las cuidadoras pidieron las hojas de reclamación pero a cambio lo que recibieron fueron insultos del tipo "dónde vais con esos subnormales", según precisó la cuidadora.
Tras dejar a las personas discapacitadas en sus domicilios, las monitoras acudieron a la Policía Local y dos agentes las acompañaron de nuevo al centro recreativo, donde finalmente obtuvieron las hojas para efectuar la oportuna reclamación.
Sin embargo, ahora que los tres encausados han recibido "un buen rapapolvo de la jueza y se han disculpado públicamente", las trabajadoras del centro Aprosuba se mostraron conformes con la sanción impuesta, ya que a pesar de que podían haber reclamado dos años de inhabilitación para los imputados, aseguraron que "no se trata de dañar a nadie personalmente, sino de evitar acciones similares en el futuro".
Los comentarios están cerrados.