Nigel Stepney, uno de los grandes protagonistas del escándalo de espionaje que ha convulsionado la Fórmula Uno este año, parece haber encontrado un nuevo empleo según las últimas informaciones.
El británico, despedido y ahora demandado por vía civil por Ferrari y también por la vía penal por la fiscalía italiana, podría comenzar a trabajar en breve en Aston Martin, en el Reino Unido, según publicaba el pasado martes La Gazzetta dello Sport.
Sin embargo, esta noticia no ha sido confirmada por la abogada italiana de Stepney, Sonia Bartolini.
Aston Martin, una firma de coches de lujo, fue vendida por Ford a principios de este año a un consorcio liderado por el jefe de Prodrive, David Richards.
"Confiamos en que contamos con todos los ingredientes para llevar a Aston Martin aún más alto," decía en su momento Richards.
La FIA comunicó el pasado mes de julio que Stepney y su colaborador en todo el caso de espionaje, Mike Coughlan, serían demandados por el departamento legal de la FIA y que posiblemente se les prohibiría trabajar en el automovilismo internacional 'durante un largo periodo de tiempo'.
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