Los gitanos llegaron a España en el siglo XV y desde entonces han sufrido problemas de segregación y marginación. El pueblo gitano se ha organizado en asociaciones y colectivos para luchar por su igualdad y para enfrentarse a nuevos retos como el de la llegada masiva de inmigrantes de otros países. 'A pesar de la diversidad étnica que se vive hoy en España, la última encuesta que encargamos al Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) reflejaba que los gitanos siguen siendo la minoría peor considerada'.
Por su parte, la antropóloga Carmen Méndez, de la Universidad de Barcelona, añadía que 'la llegada de gitanos de la Europa del Este está perjudicando la imagen de los gitanos asentados e integrados aquí, puesto que están abriendo de nuevo los estereotipos y los prejuicios que ha costado tanto tiempo eliminar de la cultura española'.
Dado que la presencia de emigrantes de otras nacionalidades no es tan masiva en Palencia como en otras grandes ciudades o en los municipios de la costa, este fenómeno aún no tiene demasiada incidencia. Ana Hernández, presidenta de la Asociación Romí, sólo defiende que 'cada quien es libre de vivir donde quiera y que la gente respete lo que es cada uno'.
En Palencia, viven unos 1.500 gitanos, una cifra bastante inferior en proporción al censo de este colectivo en capitales como Valladolid, León o Salamanca. Los principales problemas a los que se siguen enfrentando son el empleo y la educación, aunque este segundo continúa mejorando. 'Existe mucha más conciencia en las familias y la escolarización en primaria es casi total. Falta un poco de apoyo del resto de la comunidad educativa, para evitar el fracaso y el abandono de estos chicos que tienen más dificultades por la falta de trayectoria educativa y de referentes que tienen la mayoría de las familias gitanas', explicaba Raquel García.
Población integrada
Al margen de estas dificultades, la coordinadora de la Fundación Secretariado Gitano considera que en Palencia un gran porcentaje de la población gitana está normalizada, vive integrada y que sólo se detectan ciertos casos de discriminación en materia de sanidad o educación.
La Asociación de Mujeres Payas y Gitanas Romí lleva catorce años trabajando por esta integración y, sobre todo, por el desarrollo y la igualdad de la mujer gitana. Ayer celebró en la Biblioteca Pública de Palencia el décimotercer encuentro provincial de mujeres gitanas y payas con una participación de más de medio centenar de mujeres. 'Las ponencias han sido muy interesantes y llenas de contenido, porque la mayoría de nosotros nunca habíamos escuchado la historia de nuestro pueblo así contada. Es una pena que no hayan acudido más personas, porque nos interesa tanto a payos como a gitanos que se conozca nuestra cultura y nuestra realidad. La falta de conocimiento es la que lleva al racismo y a la incultura', lamentaba Ana Hernández, presidenta de la asociación Romí.
Las ponencias de la sesión de ayer estuvieron presentadas por la antropóloga Carmen Méndez, profesora de la Universidad de Barcelona y por Chari Cerreduela, mediadora intercultural. La jornada se cerró con un debate.Carmen Méndez es antropóloga y profesora de la Universidad de Barcelona. En su intervención de ayer en la jornada provincial de mujeres de Romí hizo una semblanza de la historia y la situación actual de los gitanos en España.
Méndez apuntó varias circunstancias que han facilitado el cambio de las comunidades gitanas y su evolución hacia la integración. Entre ellas, se refirió al movimiento asociativo gitano que surgió en la década de los años 60 y se desarrolló a lo largo de los años 80. También habló del movimiento evangélico, que ha aportado una nueva identidad a la cultura gitana; de la promoción de las mujeres gitanas y del acceso generalizado a la educación.
Carmen Méndez también habló sobre los prejuicios de los payos hacia los gitanos y en ese sentido explicó que los estereotipos positivos hacen más daño a la imagen de los gitanos que los negativos, porque 'se asume que todos son artistas o bailadores' y que muchos de esos recelos sociales los incorporan los propios gitanos. 'Los gitanos somos así o qué podemos hacer si somos gitanos, son actitudes que asumís y que os machacan la autoestima, además de que contribuyen a dañar vuestra imagen', explicaba la profesora Carmen Méndez.
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