Desde la desaparición del servicio militar obligatorio las fuerzas armadas han tenido que esforzarse en reclutar personal, ante la falta de voluntarios. Este hecho ha abierto las puertas a soldados inmigrantes, sobretodo de origen latinoamericano. En los últimos tiempos, además, se está produciendo una salida de personal sanitario del ejército, que necesita la incorporación urgente de médicos de otras nacionalidades.
El número de inmigrantes en las Fuerzas Armadas se ha incrementado un 35 por ciento en los últimos 12 meses. El total de reclutas extranjeros alcanza ya casi los 4.700 efectivos. Lo que supone más de un seis por ciento del total. La mayoría de ellos son de origen ecuatoriano y colombiano. En estos países el servicio militar es obligatorio, por lo que ya vienen preparados.
Integrarse en las Fuerzas Armadas es para ellos, una alternativa laboral más. El sueldo de un soldado oscila entre los 900 y 1.100 euros.
Ahora, el Ministerio de Defensa va a alistar en el ejército también a médicos y psicólogos extranjeros, y que además no lo van a hacer sólo en calidad de soldados profesionales, sino que van a tener la posibilidad de ascender.
El cuerpo militar de sanidad cuenta tan sólo con 2.300 personas entre médicos, psicólogos y enfermeros. Este año no se ha presentado ningún médico para cubrir las plazas ofrecidas y 50 se han dado de baja para seguir su carrera profesional como civiles.
Las incorporaciones de personal sanitario extranjero son pues necesarias para suplir una carencia muy importante de nuestras fuerzas armadas.
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