Unos trescientos trabajadores de Duro Felguera se manifestaron ayer por la mañana por el centro de Oviedo para exigir la readmisión de un trabajador del taller de Barros despedido "de forma improcedente".
La marcha partió sobre las 11:00 horas de la estación de RENFE de la capital asturiana y recorrió la calles de Uría y Marqués de Santa Cruz para dirigirse a las oficinas centrales de la empresa en Oviedo, ubicada en la confluencia de esta última vía con San Susana.
Allí, los trabajadores lanzaron petardos y varias docenas de huevos contra la fachada de las oficinas de la empresa al tiempo que coreaban consignas exigiendo la readmisión del trabajador despedido.
La manifestación coincidió con un paro de 24 horas en los principales centros de producción de la empresa, que emplea a unos 500 trabajadores, y que según los sindicatos ha sido secundado de forma masiva.
José Manuel Díaz Fernández, portavoz de CC.OO., señaló que el trabajador despedido, José Manuel Carbajo, contaba con prima de producción y la empresa alegó "falta de productividad" por lo que, a su juicio, queda claro que se trata de una persecución.
Añadió que la empresa reconoció que se trataba de un despido improcedente y que pagó los 24.000 euros que costaba el mismo día de producirse.
Tanto Díaz Fernández como el portavoz de UGT, Marsel Suárez, anunciaron que repetirán las movilizaciones hasta que se atiendan sus demandas para evitar que "se abra la puerta de los despidos traumáticos".
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