La Comisión Europea (CE) propuso ayer destinar 14,8 millones de euros del Fondo Europeo de Adaptación a la Globalización para ayudar a las 4.000 personas que han perdido su trabajo en Alemania, en la operadora de teléfonos móviles BenQ, y en Finlandia, en el fabricante de componentes Perlos.
Para ser efectiva, la decisión debe ser respaldada por los Veintisiete y por el Parlamento Europeo.
En un comunicado, el ejecutivo de la UE recordó que el cierre de dos plantas de la taiwanesa BnQ en Alemania supuso el despido de 3.300 trabajadores, para cuya reinserción laboral propone destinar 12,8 millones de euros del citado Fondo.
En el caso finlandés, indicó que el cierre de dos plantas de componentes para teléfonos móviles de la empresa Perlos provocó unos mil despidos y, para ayudar a los trabajadores, Bruselas propone dedicar dos millones de euros.
El Fondo Europeo de Adaptación a la Globalización se creó en 2006 para ayudar a personas que pierdan su empleo como resultado del traslado de factorías a otros países donde la producción es más barata, en procesos de reestructuración que impliquen al menos 1.000 despidos.
Estas ayudas se suman a otras dos destinadas a ayudar a los empleados de filiales de Peugeot-Citroen y Renault con 2,6 millones y 1,3 millones respectivamente.
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