El conseller de Inmigración y Ciudadanía, Rafael Blasco, destacó ayer sábado que "en la actualidad, el 90 por ciento de los recolectores del campo valenciano son extranjeros y, siete de cada diez ya trabajaron en campañas anteriores en la Comunitat Valenciana". "Esto supone que la mayoría de los temporeros repite año tras año, con lo que se consigue dar continuidad y estabilidad a estas personas, además de lograr que aumente su grado de especialización", apuntó Blasco.
El Consell ha renovado los convenios que mantiene con las asociaciones agrícolas AVA-Asaja y La Unió-COAG, y que afectan a más de 2.500 trabajadores extranjeros que participan en las distintas campañas que se llevan a cabo en la Comunitat Valenciana.
Todos los trabajadores que se benefician de este convenio se encuentran en situación regular y la gran mayoría ya ha trabajado anteriormente en campañas agrícolas. El resto de trabajadores contratados suelen ser recolectores de otras campañas de distintos puntos de España y, por tanto, están preparados profesionalmente, explicaron las citadas fuentes.
En caso de necesitar a más trabajadores extranjeros, estas asociaciones agrícolas se ponen en contacto con distintas ONG, sindicatos o embajadas de otros países y, en caso de contactar con extranjeros, siempre se realiza el contrato en origen.
Al respecto, el conseller, Rafael Blasco, señaló que "estos convenios garantizan unas condiciones dignas para los temporeros del campo valenciano que trabajan en distintos municipios de la región durante las diferentes campañas agrícolas".
"Pero no sólo ponemos a su disposición los alojamientos, sino que además se les proporciona formación e información para mejorar sus condiciones en el trabajo", añadió.
A través de estos convenios, la Conselleria de Inmigración y Ciudadanía destina más 470.000 euros a estas dos entidades agrarias. Más de 207.000 euros a AVA-Asaja y 261.000 a La Unió-COAG.
Además del alojamiento y manutención de estos 2.500 trabajadores extranjeros, los convenios contemplan distintos programas de orientación social y laboral, cursos para prevenir los accidentes en el trabajo, talleres de formación y otras actividades complementarias.
"Estamos ante unos convenios integrales, que contemplan la inserción laboral de estos extranjeros y que además garantizan la cobertura de sus necesidades tanto sociales como laborales. No se trata únicamente de buscarles un techo, sino de estar pendientes de cualquier problema o incidencia que pueda surgir por falta de información o por desconocimiento del idioma", aseguró Rafael Blasco.
Actualmente se desarrolla la campaña de la vendimia en la que trabajan más de un millar de extranjeros. En breve comenzará la citrícola "que garantiza" ocho meses de trabajo a estas personas. En este tiempo, contarán con alojamiento, manutención y todas las iniciativas formativas y de asesoramiento que incluyen los convenios, aseveraron las citadas fuentes.
El convenio, aparte de los alojamientos, contempla una serie de ayudas destinadas a mejorar las condiciones sociales y laborales de los trabajadores inmigrantes. Así, se pone a disposición de los temporeros a diversos profesionales que, entre otros objetivos, se encargan de darles información, inspeccionar sus alojamientos o mediar ante cualquier conflicto.
Estos profesionales también proporcionarán información jurídica y de prevención de riesgos laborales. Además se realizan charlas informativas y asesoramiento personalizado durante los meses de campaña de los temporeros.
Otra de las iniciativas que contempla el acuerdo es la apertura de oficinas en lugares de masificación de trabajadores inmigrantes para que puedan tener un punto de información y asesoramiento concreto. También se añaden una serie de folletos informativos sobre salarios, información laboral o prevención de accidentes en el trabajo.
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