La equiparación de géneros en el ámbito laboral se inscribe entre los retos lanzados por los dirigentes de las administraciones estatal y autonómica, durante la clausura de las jornadas organizadas por UGT, un acto en el que el secretario general del sindicato, Cándido Méndez.
En su intervención, el representante UGT llegó a elevar la discriminación de la mujer en el trabajo como un "despilfarro del capital humano", un calificativo que sustentó en porcentajes. Así, Méndez habló del desequilibrio que se refleja en el panorama laboral español, en el que se recuentan un 60% de licenciadas y sólo un 13% de catedráticas, o un 15% de investigadoras incluidas en el consejo de administración científica.
Esa discriminación -indicó- abarca desde el acceso a los puestos de trabajo hasta el desequilibrio de las retribuciones o de las competencias, y se vuelve más acusada en el ámbito de la empresa privada; a día de hoy, los hombres copan el 94% de los consejos de administración, tras un notable ascenso de la presencia femenina, según señaló. A este respecto, Méndez reclamó un "mayor protagonismo" de la mujer a nivel mundial.
Sobre el aspecto laboral habló también la vicepresidenta del Gobierno, quien indicó que la integración femenina repercute en la productividad y en la estabilidad. Con todo Fernández de la Vega no quiso acotar las metas al ámbito del trabajo, si bien reclamó para la mujer el derecho a asumir puestos de responsabilidad y decisión, y un espacio visible en el ámbito público, como formular para alcanzar la igualdad "real y efectiva".
Para lograr salvar las disfunciones que pesan sobre la mujer -discriminación, la carga de la conciliación laboral y familiar, violencia de género- la vicepresidenta apeló al papel del sindicalismo, y, en concreto, al "ejemplar" compromiso de UGT con la "libertad, el progreso y la justicia social".
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