España es el trigésimo octavo país del mundo en cuanto a las facilidades ofrecidas a las empresas para hacer negocios, según el informe del Banco Mundial "Doing Business 2008", al que tuvo acceso Servimedia, que coteja la situación en 178 estados con la información actualizada hasta junio de 2007.
El ranking se basa en 10 indicadores: el papeleo para abrir un negocio, el tiempo para obtener licencias y permisos, los problemas para contratar y despedir mano de obra, la protección de los derechos de propiedad, acceso a la información crediticia, protección de las inversiones, burocracia para la retención y pago de impuestos, costes administrativos de importar y exportar, coste de hacer cumplir los contratos, y tiempo y gasto necesario para cerrar una empresa.
De acuerdo con estos indicadores, el mejor país del mundo para hacer negocios es Singapur, seguido de Nueva Zelanda y Estados Unidos. Los primeros países europeos son Dinamarca, en el quinto puesto; Gran Bretaña, en el sexto; e Irlanda en el octavo.
A España le preceden también países como Finlandia y Suecia, que se sitúan en los puestos 13 y 14, respectivamente; Bélgica, que es la 19; Alemania, la 20; Austria, la 25; Francia, la 31; y Portugal, la 37. Dentro de la UE-15, España sólo figura por delante de Luxemburgo (42), Italia (53) y Grecia (100).
Los 20 últimos puestos del ranking corresponden mayoritariamente a países del Africa subsahariana, como Senegal, Liberia y República del Congo. La excepción más señalada es la Venezuela de Hugo Chávez, a la que el Banco Mundial sitúa séptima por la cola, en el puesto 172 de la clasificación.
Papeleo
En el caso de España, un análisis pormenorizado de las diez rúbricas empleadas para elaborar el índice muestra que sus puntos fuertes son la facilidad para acceder a la información crediticia y la regulación de los derechos legales de acreedores y deudores, así como la agilidad en la tramitación de los procesos de bancarrota para el cierre de empresas.
Los puntos débiles son el excesivo papeleo para abrir un negocio y, en menor medida, para efectuar el pago de los impuestos, y las dificultades para contratar trabajadores.
En concreto, abrir un negocio en España exige 10 procedimientos que se prolongan durante una media de 47 días (frente a seis días en Estados Unidos y en Dinamarca) en tanto que, a la retención y pago de impuestos, una compañía de tamaño medio le debe dedicar una media de 298 horas anuales.
En cuanto a las dificultades de contratación y rescisión de contratos, el Banco Mundial estima que los problemas de la economía española no están tanto en los obstáculos al despido (que puntúa con un 30 en un baremo creciente de cero a 100), sino en la inflexibilidad de horarios (60) y las rigideces para contratar (78).
Por lo que se refiere al cumplimiento de contratos mercantiles, en España pasan una media de 515 días desde el momento en que interpone una demanda legal hasta que se produce el pago del dinero reclamado. En Estados Unidos transcurren 300, en Francia 331 y en Dinamarca 380.
http://www.abc.es/20071001/economia-empresas/espana-chollo-para-negocios_200710011047.html
Los comentarios están cerrados.