El secretario general de la Confederación Sindical de CC.OO., José María Fidalgo, exigió ayer que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) contemplen un cambio en la dirección del sistema productivo español "a una mayor velocidad de crucero", tras dejar "claro que la situación económica del próximo año no será como la de éste".
En rueda de prensa en Huelva antes de participar en una asamblea de delegados del sindicato, Fidalgo apostó por "empezar a estimular la inversión para tirar del ciclo en otra dirección", para lo que reclamó la "cooperación entre las administraciones, que favorezca sinergias que afronten una posible crisis económica".
Según expuso, el Estado tiene el 15% de las inversiones de las administraciones públicas, por lo que consideró que "tiene que exigir el cumplimiento de las políticas fiscales y control en la eficiencia de transferencias que tienen las comunidades autónomas en temas como el empleo, la protección a las familias, la vivienda o la educación".
A su juicio, "hay que hacer políticas más radicales de protección a las familias, como las ayudas por hijos hasta los 18 años o la normalización de la educación de cero a tres años, como muestra para compatibilizar la vida familiar y laboral". Además, apostó por una "mayor calidad de las actividades extraescolares y fomentar el alquiler de viviendas con incentivos en función de la renta familiar".
Fidalgo expuso que España "ha disfrutado de un ciclo de crecimiento económico de 12 ó 13 años que ahora parece que se agota porque no se ha aprovechado para solucionar problemas del sistema, tales como la competitividad de la economía, la cohesión económica y social o la calidad del empleo".
Así, lamentó que, "pese al crecimiento de la economía, la balanza comercial es cada vez más negativa y la mano de obra poco cualificada, por lo que se crea poco valor añadido, como ocurre en sectores como la construcción o los servicios", y añadió que, aunque el modelo económico que se ha desarrollado en estos años "ha creado mucho empleo, ha sido en precario y con una competitividad cero".
Entre otras medidas, apostó por que las políticas fiscales "se hagan de otra forma" y, en el caso de las empresas, consideró que los impuestos al consumo "se debían haber bajado a las empresas que inviertan en I+D+i y no a las que crean empleo pero invierten mal".
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