La cifra de trabajadores que solicitaron el subsidio por desempleo subió en 16.000 la semana que terminó el 29 de septiembre y quedó en 317.000, el nivel más alto en cuatro semanas, informó ayer el Departamento de Trabajo.
El dato se da a conocer un día antes del informe sobre el desempleo en septiembre al cual prestará mucha atención la Reserva Federal.
En agosto hubo una pérdida neta de 4.000 empleos en la economía de Estados Unidos. Los analistas esperan una ganancia neta de unos 115.000 empleos en septiembre.
El promedio de solicitudes en cuatro semanas, que atenua las distorsiones causadas por acontecimientos como días festivos o inclemencias meteorológicas, subió de 312.250 a 312.750 el más alto desde la semana que terminó el 15 de septiembre.
El informe mostró que el número de personas que en la semana que terminó el 22 de septiembre seguían cobrando el subsidio, pagado por los Estados, bajó en 10.000 y quedó en 2,54 millones.
El promedio en cuatro semanas de las personas que seguían cobrando el subsidio bajó en 12.750 y se ubicó en 2,56 millones, el más bajo desde el 11 de agosto.
Las solicitudes nuevas representan empleos perdidos mientras que el nivel de personas que siguen cobrando el subsidio indica cuán fácil o difícil es que los empleados despedidos encuentren nuevos trabajos.
Los economistas dicen que un nivel de solicitudes nuevas de entre 300.000 y 325.000 se combina saludablemente con un aumento de unos 150.000 empleos por mes.
Si el nivel de solicitudes supera la cifra de 350.000 se percibe un debilitamiento en el mercado laboral.
El subsidio por desempleo habitualmente dura 26 semanas para los trabajadores despedidos por razones que no sean de su responsabilidad. Más allá de ese plazo, se considera a las personas como desempleadas si siguen buscando trabajo activamente.
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