El secretario de la Unión General de Trabajadores (UGT), Cándido Méndez, afirmó ayer que 'las administraciones públicas están en la obligación de devolver a los trabajadores parte de los ingresos que reciben de ellos a través de la Renta'.
Méndez hizo estas declaraciones en la Rueda de Prensa que ofreció en la cámara de Comercio de Castellón, previa a una reunión de la Comisión Ejecutiva de UGT en el País Valenciano.
El dirigente de UGT afirmó que 'si el 40 por ciento se ha recaudado por impuestos indirectos y el 60 por ciento por rentas de capital, la mejora de los ingresos fiscales y el alcance del superávit del Estado ha pasado por las rentas de los trabajadores', por lo que consideró de 'justicia elemental' que se mejore la protección social.
Méndez afirmó que 'en estos momentos hay una crisis financiera a nivel mundial', que ha tenido su origen en el mercado hipotecario de Estados Unidos y que ha originado una ruptura en la 'confianza en las entidades bancarias que ha afectado también a Europa'.
Agregó que 'esta crisis no afecta tanto a España', donde aseguró que 'la situación es en general positiva', ya que el sistema bancario español está haciendo frente a esta crisis internacional.
No obstante, Méndez comentó que existían dos problemas que sí afectaban a la economía española, como son 'los tipos de interés y la revalorización del euro', ya que afectan directamente al crecimiento económico.
Con respecto a los tipos de interés, comentó que 'el Banco Central Europeo debe seguir una senda de descenso', mientras que sobre la revalorización del euro consideró un dato positivo que el precio internacional del petróleo esté fijado en dólares, pues, según recalcó, 'nos beneficia al pagarlo en euros'.
Sobre la situación económica dijo que es 'buena y mejorará por encima de la media europea', algo que ocurrirá también con el empleo, aunque en este punto alertó de una desaceleración, ya que cuando se habla de crisis 'los primeros afectados son los trabajadores'.
Por este motivo, Méndez consideró que 'es el momento de mejorar y resolver los problemas serios de la clase trabajadora', que resumió en el retroceso en la distribución de la renta, el descenso de los salarios en la industria y la discriminación en la incorporación de la mujer al mercado laboral, con sueldos de un 15 a un 30 por ciento menores.
Como soluciones, Méndez propuso 'elevar de modo considerable el Salario Mínimo Interprofesional, hasta alcanzar los 900 euros, y que el salario mínimo en los convenios llegue a los 1.000 euros'.
Asimismo, pidió un esfuerzo a empresarios y sindicatos para aplicar la Ley de Igualdad e introducirla en las negociaciones de los convenios colectivos para 'así erradicar las diferencias salariales'.
Por otro lado, Méndez también se mostró partidario de aumentar el capital tecnológico, ya que, según aseguró, 'los empresarios españoles tienen un retraso considerable con respecto a la media de la UE'.
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