El secretario general de CC.OO., José María Fidalgo, defendió ayer la necesidad de "tejer nuevas redes de seguridad" para dar protección a aquellos trabajadores que pueden perder su empleo ante el menor tirón de la construcción y los servicios, sectores que en los últimos años se han encargado de dar "combustible" a la economía española y que ahora han empezado a perder fuelle.
Fidalgo realizó estas declaraciones en una rueda de prensa para presentar, junto a otros miembros del sindicato, un documento en el que se analiza la situación económica, ante la cual, precisó el líder de CC.OO., no cabe ser "ni catastrofista ni triunfalista". "Es bueno que a veces se vaya al centro, no a los extremos. No estamos en recesión, pero hay que buscar mimbres para el futuro", subrayó.
Así, el dirigente sindical señaló que hay que aprovechar estas dificultades que atraviesa el tradicional modelo de crecimiento para fortalecer el cambio de patrón económico y para crear una nueva red de protección social que ayude a los trabajadores que puedan entrar en el paro a "no desenchufarse" del mercado laboral. Para ello, dijo, los servicios públicos de empleo deben "engrasarse" y, a través de más recursos y personal, ayudar a los desempleados a volver al mercado de trabajo mediante itinerarios personalizados de inserción laboral.
La reflexión del sindicato es que el sistema de protección social, las pensiones y prejubilaciones y la familia, que fueron en otros momentos de cambio de ciclo económico el "colchón que amortiguó" la pérdida de empleo y ayudó a no perder cohesión social, no serían suficientes para dar seguridad a los trabajadores si el patrón económico sigue caminando hacia su transformación.
La razón se halla en el tipo de empleo que se ha creado todos estos años, "precario y frágil", y en los motores que lo han generado, construcción y servicios, dos sectores de bajo valor añadido y poco productivos.
Ante la alta temporalidad de estos empleos, las personas que han ocupado estos puestos de trabajo, en general jóvenes, mujeres e inmigrantes, no han podido generar derechos, como el acceso a una prestación por desempleo, y por su juventud, no podrán "engancharse" a una jubilación. Tampoco podrán apoyarse en la familia, pues en muchos casos -como en el de los inmigrantes- ellos mismos sustentan la renta del hogar familiar.
Todos estos argumentos son los que, en opinión de CC.OO., justifican la necesidad de crear esta nueva red de seguridad que, con medidas coherentes entre sí y factibles económicamente, faciliten un tránsito no traumático a las personas más vulnerables y una mejora de la igualdad y la cohesión social. Dichas medidas, precisó Fidalgo, pasan, entre otras cosas, por mejorar las políticas educativas, de apoyo a la familia, y de vivienda, con una apuesta decidida por el alquiler.
COORDINACION ENTRE ADMINISTRACIONES.
Muchas de estas materias están transferidas a las comunidades autónomas. En este sentido, Fidalgo advirtió de que un país descentralizado como el español necesita cooperación y coordinación entre las administraciones encargadas de gestionar estas políticas, lo que "no restaría ni un ápice a la potencialidad del Estado de las Autonomías".
"Pedimos coordinación a las administraciones y que se reconozca al Gobierno central el liderazgo para producir estas sinergias. Esto es básico para que pueda funcionar un país tan descentralizado como el nuestro", afirmó Fidalgo, que insistió en que las instituciones "no deben convertirse en plataformas de oposición mutua".
En la misma línea, apuntó que dado el alto nivel de descentralización fiscal que existe en España lo primero que se requiere es "corresponsabilidad fiscal y acabar con las carreritas" desfiscalizadoras. "El que más se lleva, más responsabilidad tiene", puntualizó.
"INVERTIR EN PRODUCTIVIDAD Y EN LAS PERSONAS".
En opinión del líder de CC.OO., ahora que la construcción ha empezado a debilitarse y que la actividad industrial está creciendo, resulta urgente caminar hacia una economía más productiva, con mayor protagonismo de las actividades industriales y de los servicios de valor añadido.
Para favorecer ese "tránsito", la receta de Fidalgo es la de "invertir en productividad y en las personas", es decir, dedicar más recursos a la I+D+i, a las infraestructuras, a la formación y a la educación, entre otras materias. En este sentido, advirtió de que el futuro de los jóvenes españoles "no se arregla sacando títulos en la Universidad", pues 1,4 millones de titulados universitarios tienen actualmente un empleo de una cualificación inferior a sus estudios.
Fidalgo indicó que si parte del superávit público se hubiera utilizado en invertir en productividad y en las personas en lugar de en bajar tanto los impuestos, la economía española "tendría más fácil" el cambio de patrón.
Con la presentación de este documento, el líder de CC.OO. quiere que el foco de atención política "se ocupe un poco más de la realidad económica y social", porque el futuro, dijo, "no está pasando por debajo de los pies". "Nuestro país cometería un grave error si se quedara mirando. Hay poca gente tirando del carro y jugando esta partida", subrayó.
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