Desde la crisis de 2001 el Síndrome de burn out afecta cada vez más a los profesionales. Qué es esta enfermedad, cuáles son sus síntomas y cómo prevenirla
Si bien ningún ejecutivo o profesional está a salvo de padecerlo en la vorágine laboral diaria, son aquellos más jóvenes quienes tienen mayores probabilidades de caer en el Burn out (estar quemado en el trabajo) o síndrome de agotamiento profesional.
Aunque no está reconocido formalmente como una enfermedad laboral por la Organización Mundial de la Salud (OMC), desde la crisis 2001 este síndrome afecta cada vez más a los profesionales, y a pesar del creciente interés que ha despertado en los últimos años, no existe una única definición aceptada por los especialistas.
Sin embargo, ya en 1974 Herbert Freudenberger había definido el Síndrome de burn out para referirse al agotamiento profesional del médico, y lo describió como un cuadro compuesto de diversos síntomas de cansancio mental y físico producidos por una pesada carga laboral.
El estrés laboral es una de las tantas causas de este síndrome. Una de las explicaciones de que esta enfermedad se de con mucha mayor frecuencia en los jóvenes profesionales sería el “Sesgo de supervivencia”. Con este concepto, se alude a que las personas de mayor edad no se ven tan afectadas porque pudieron sobrevivir a las situaciones de agotamiento profesional.
su vez, otras razones radican en que los profesionales más jóvenes están menos capacitados, tienen menos experiencia, menos aplomo emocional y habilidades de comunicación interpersonal.
Así, la falta de entrenamiento y de experiencia de vida hace que sean más proclives a padecer este síndrome, al tiempo que tienen mayores presiones y muchas veces sus días transcurren en ámbitos laborales en los que predomina una excesiva competencia por ascender y hacer carrera.
Pero las causas no son sólo personales. Y aunque caer o no en esta patología depende mucho de la personalidad del profesional o ejecutivo, también existen motivos para la aparición de esta enfermedad que están directamente vinculados con el ambiente laboral.
En este último caso, las razones pueden ser la falta de entrenamiento adecuado, de experiencia profesional, de supervisión, de reconocimiento, como así también el exceso de supervisión, la carencia de apoyo emocional en el ámbito laboral, el desbalance entre vida personal y familiar y el vivir apagando incendios más que proyectar metas.
El burn out también se da mucho en altos ejecutivos, y el mayor problema es que no se reconoce como una enfermedad, por lo que se lo toma como parte de las consecuencias del trabajo.
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