La rebaja de 2,5 puntos en el Impuesto sobre Sociedades que pagan las grandes empresas, y los nuevos ajustes en el IRPF tendrán un coste para las arcas públicas en 2008 de 4.999 millones de euros, según las cifras incluidas en los Presupuestos del Estado para el próximo ejercicio.
De esta cantidad, la mayor parte, algo más de 3.000 millones, corresponde a la reducción hasta el 30% del tipo general el Impuesto sobre Sociedades. Otros 1.000 millones serán para pagar el cheque-bebé a aquellos contribuyentes que presentan declaración de la renta, aunque esta cifra puede ser mayor si finalmente se saca adelante un incremento de esta cantidad, tal y como se está negociando en el Parlamento. Por último, la actualización del 2% de la tarifa del impuesto del IRPF y el aumento, en este mismo porcentaje, de los mínimos personales y familiares y de la reducción por rendimientos del trabajo, costará los 940 millones restantes.
También el 1 de enero entrará en vigor la nueva deducción por alquiler, aunque no se aplicará hasta las declaraciones que se presenten en el año 2009, por lo que el próximo ejercicio no tendrá efectos presupuestarios.
El vicepresidente Solbes rechazó ayer que estas rebajas fiscales tengan un componente electoral. A la pregunta de por qué menos de un año después de que se haya aprobado una reforma fiscal se hayan introducido retoques (cheque-bebé, actualización de mínimos y tarifas y deducción por alquiler) que cuestan más que la propia reforma que se fue diseñando durante más de dos años, contestó con que el PP también aprobó dos reformas fiscales, cuya entrada en vigor coincidió con año de elecciones municipales y autonómicas, y que afectó a la declaración de la renta del año de las elecciones generales. La diferencia es que el Gobierno socialista ha aprobado una reforma fiscal que, al igual que las del PP, han entrado en vigor en año de elecciones municipales y autonómicas, 2007, y se aplicará a la declaración de la renta que presentaremos en el año de las generales, 2008. Pero además, menos de un un año después de la reforma, se vuelve a cambiar la ley para introducir nuevas rebajas.
En total, los ingresos del Estado crecerán el próximo año un 4,2%, hasta los 158.757. Esta cifra contrasta con los incrementos de ingresos superiores a dos dígitos que se han registrado en los últimos ejercicios, lo que se explica tanto por la desaceleración económica prevista, como por el coste que tendrán las reformas fiscales anunciadas.
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