Los trabajadores de la planta de Mercedes Benz en Sant Adrià (Barcelona) anunciaron ayer nueve días de huelga a partir del próximo martes 16 de octubre en protesta por el anuncio del grupo Daimler de trasladar la factoría a Esparraguera tras establecer una 'joint-venture' con la empresa Estampaciones Sabadell.
Los paros se producirán entre las 9.30 y las 18.00 horas desde el martes de la semana que viene y durarán hasta el viernes 19. Además, el comité también prevé huelgas para los días 23, 24, 25, 30 y 31 de este mismo mes.
Según explicó a Europa Press el presidente del comité de empresa, Emilio Torres, la posición "inamovible" de la empresa es la que ha llevado a tomar estas "medidas contundentes".
Torres aseguró que los representantes de los trabajadores ya han solicitado una reunión con la Administración local de Barcelona para cerciorarse de que no existe ningún "pelotazo inmobiliario" tras la decisión de la compañía automovilística de trasladar la planta.
En cuanto a la 'joint-venture', el presidente del comité criticó el acuerdo con Estampaciones Sabadell, ya que aseguró que se trata de una entidad con "tremendos problemas económicos" y que la unión no es una garantía de futuro para la empresa en Catalunya.
Además, Torres acusó a Mercedes de "cinismo" al comunicar que esperaba contar con la mayoría de la plantilla de Sant Adrià en la nueva sede, puesto que sólo uno de los tres departamentos se trasladará, mientras que los otros dos se externalizarán a otras empresas.
"De los 420 trabajadores, sólo unos 220 podrían seguir su actividad en Esparraguera, los demás se enfrentan a un Expediente de Regulación de Empleo", sentenció el responsable del comité.
El representante de los trabajadores aseguró que, ante esta situación, "los trabajadores no colaborarán con la empresa para trasladar la maquinaria a la nueva nave" y añadió que no dudarán en encerrarse en la factoría de Sant Adrià "para impedir que saquen las máquinas y cumplan su siniestro planteamiento".
Asimismo, Torres manifestó que el comité está "muy enfadado" con el secretario general de Industria de la Generalitat, Antoni Soy, por sus declaraciones "muy desafortunadas" en las que aseguró, según el responsable sindical que, el traslado "no tenía la incidencia en los empleados y sus familias que podría tener un cierre".
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