Sólo uno de cada ocho trabajadores puede decir que accedió al mercado laboral con un contrato indefinido. Así lo indica un estudio que analiza el acceso al mercado a través de la cotización a la Seguridad Social, y que también subraya que un tercio de los que empiezan con un contrato indefinido ha perdido ese empleo antes de dos años.
Es sabido que son muy pocos los empresarios que apuestan por hacer un contrato fijo a un trabajador sin experiencia laboral. Pero ahora, por primera vez, un estudio elaborado por la profesora Inmaculada Cebrián y el catedrático Luis Toharia, de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid), ha permitido cuantificar los trabajadores que logran acceder por primera vez al mercado laboral con un contrato indefinido.
Este colectivo oscila entre el 11% y el 13% de los más de dos millones de personas que empezaron a cotizar por primera vez a la Seguridad Social en 2004 y 2005; o lo que es lo mismo, uno de cada ocho trabajadores que entra en el mercado.
Este porcentaje se ha elaborado con los últimos datos disponibles de la muestra de vidas laborales, que analiza las carreras de cotización de los afiliados al sistema y es la única estadística con datos cuantitativos de los trabajadores que permite hacer este análisis.
El estudio, que fue presentado en unas jornadas de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), revela que 'ser varón, vivir en regiones de baja temporalidad, tener una buena cualificación y ser contratado por empresas relativamente pequeñas y en sectores como la hostelería y los servicios personales, son circunstancias que favorecen el acceso mediante un contrato indefinido'.
Hay otros factores como la edad, que también propician la contratación fija. Así, la edad media de entrada al mercado con un contrato temporal es de 21 años frente a los 24 de los que son indefinidos.
También influye la época del año en la que empezaron a trabajar, ya que el 43% de los temporales fue contratado en temporada alta frente al 45% de los indefinidos que lo hizo en temporada baja.
Sin embargo, los autores del informe recuerdan que un contrato indefinido 'tampoco es sinónimo de un empleo permanente'. Tras hacer un seguimiento de los cotizantes que empezaron a trabajar en 2004 o 2005, detectaron que a finales de este último año un tercio de los que comenzaron con contrato indefinido habían perdido ya su empleo.
En el caso de los que entraron al mercado con un contrato temporal, al cabo de dos años, el 62% había perdido su trabajo. Además, paradójicamente, hay sectores como el comercio y la hostelería, cuyos trabajadores tienen por lo general una tasa de temporalidad superior a la media del mercado y, sin embargo, en el caso del primer contrato, los indefinidos tienen más peso que los temporales.
Prueba de ello es que del total de afiliados que empezaron a trabajar con un contrato temporal, el 10,6% lo hizo en la hostelería, mientras que del colectivo que entró en el mercado con un contrato fijo, el sector hostelero ocupó al 20,6%. Es más, el comercio fue el sector que más contratos indefinidos de entrada al mercado registró, aglutinando el 27% del total.
Pocos trabajadores consiguen afianzar su puesto
El hecho de que el contrato temporal sea el más utilizado por los empresarios para contratar a sus trabajadores sin experiencia no quiere decir que, pasados unos meses, si el trabajador funciona bien pase a ser fijo en ése u otro empleo. De hecho, según el estudio de Cebrián y Toharia, de aquéllos que empezaron a trabajar en 2004 y 2005, al final de este ejercicio, sólo siete de cada cien habían conseguido un contrato indefinido. Incluso, son más (el 8%) aquéllos que en este mismo periodo, empezaron trabajando con un contrato fijo y a finales de 2005 tenían un contrato temporal.
El sector de entidades financieras e intermediarios inmobiliarios fue donde más trabajadores consiguieron pasar de temporales a fijos en menos de dos años.
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