El relevo generacional es el gran desafío de las empresas familiares, ya que dos tercios de las empresas de este tipo no se sienten preparadas para la sucesión y la mitad de los directivos de las mismas cree que no debería retirarse nunca, según el estudio elaborado por PricewaterhouseCoopers y el Instituto de Empresa Familiar (IEF).
"Esta resistencia está relacionada con el miedo a perder el patrimonio, a no tener nada que hacer, a perder status social o a la falta de hijos preparados para la sucesión", explicó ayer el socio responsable de la Unidad de Empresa Familiar de Pricewaterhouse, Félix Gálvez, en un comunicado de prensa.
Del estudio, se deduce también que la profesionalización de la dirección de la empresa separando la propiedad de la dirección ejecutiva y la profesionalización de la gestión de los Recursos Humanos, con buenas políticas de comunicación interna y criterios bien definidos, son dos aspectos "claves" para el futuro del negocio familiar.
El informe refleja que el 84% de las empresas de este tipo cuenta con procesos formales de selección apoyados en proveedores externos y que el mecanismo de selección más frecuente es la propuesta directa del puesto, seguido de Internet, los foros de empleo y las recomendaciones o referencias.
Además, según Pricewaterhouse e IEF, estos negocios necesitan desarrollar políticas de compensación capaces de atraer, retener y motivar a los profesionales, ya que sólo un 60% de las empresas cuenta con este tipo de políticas y sólo una cuarta parte de los directivos y mandos dispone de retribución variable a corto plazo y coche de empresa.
Finalmente, el estudio 'Políticas de Capital Humano en la Empresa Familiar' concluye que sólo un 53% de las empresas familiares implantan políticas de conciliación para sus empleados con medidas como la posibilidad de ausentarse en el trabajo (un 20% del total), el trabajo a tiempo parcial (14%) o los horarios flexibles (14%).
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