La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) se niega a tratar nuevas subidas del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) porque no es el "momento oportuno" y porque puede provocar un "efecto arrastre" en los salarios que estén próximos a esta renta salarial.
Así se puso de manifiesto en la Junta Directiva de la CEOE celebrada el pasado miércoles, en la que varios empresarios se opusieron a la petición de los sindicatos de que el SMI llegue a 800 euros al mes en 2012 y a la intención del Gobierno de elevarlo de "una forma importante" en la próxima legislatura.
Según informaron a EFE fuentes de la patronal, tratar ahora una nueva subida, cuando se acaba de cerrar la de 2008 (de 570,6 euros al mes a 600), es "prematuro" y supone "correr demasiado".
Por ello, la Junta Directiva autorizó al presidente de la Comisión de Relaciones Laborales, Juan Jiménez Aguilar (también vicepresidente de la CEOE y secretario general), "como cabeza visible de la negociación", a oponerse a la propuesta.
Al respecto, las fuentes precisaron que para que se trate, ha de abrirse la mesa de diálogo social.
"Se ha cumplido todo lo acordado para 2008 -llegar a los 600 euros- y ahora habrá que esperar al año que viene para pactar el salario mínimo interprofesional para los próximos cuatro años".
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