Los sindicatos portugueses saludaron ayer a la Cumbre Social Tripartita celebrada en Lisboa como preámbulo del Consejo Europeo con una multitudinaria manifestación.
La marcha se convocó en contra de la política social del Gobierno luso y en defensa de una Europa social y del principio de acuerdo sobre flexiseguridad alcanzado entre la patronal europea BusinessEuropa y la Confederación Europea de Sindicatos (CES).
Al mismo tiempo que el primer ministro portugués y presidente de turno de la UE, José Sócrates, anunciaba un principio de acuerdo para modernizar el mercado laboral europeo garantizando la flexibilidad de los puestos de trabajo y la seguridad de los trabajadores, más de 150.000 personas, según datos policiales, venidos de todo el territorio portugués iniciaban una multitudinaria manifestación.
Bajo el lema "por una Europa social, empleos con derechos" los trabajadores del Sindicato General de Trabajadores de Portugal (CGTP) protestaron por la situación económica y social del país y contra las políticas europeas, como la flexiseguridad, que tendrán repercusiones negativas para Portugal, según explicó el dirigente sindical Amável Alves.
La protesta concluyó en el Pabellón Atlántico, donde durante ayer y hoy se celebra la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la UE.
Su objetivo es protestar contra la flexiseguridad sin seguridad, la desprotección de los trabajadores, el aumento de la precariedad laboral, el aumento de las facilidades para los despidos, la reducción de los salarios reales y la limitación del papel de los sindicatos, según reza el manifiesto de la CGTP.
El documento defiende la promoción de las negociaciones colectivas, el combate al desempleo, el derecho a la formación, la igualdad en el trabajo, el respeto por los derechos de los trabajadores, mejor seguridad social, salud y educación, y mayor justicia fiscal.
Además de los dirigentes de CGTP, en la cabeza de la manifestación también estaban varios dirigentes de los sindicatos europeos que integran la Confederación Europea de Sindicatos (CES).
Durante la marcha se pudieron oír gritos en contra de la política de Sócrates, pero también pidiendo que el nuevo Tratado de la UE deba ser aprobado en referéndum.
Patricia Ferro
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