Francia sufrió el sábado interrupciones en su red de transportes en algunas regiones y un recorte en el servicio de metro en París en los últimos coletazos de una huelga nacional por una reforma en el sistema de pensiones.
La autoridad parisina en materia de transportes, la RATP, prometió el restablecimiento completo de los servicios para la final de la Copa del Mundo del Rugby del sábado. Hordas de seguidores de Inglaterra coparon la capital francesa ante el partido de su equipo frente a Sudáfrica en el Estado de Francia, al norte de París.
La RATP anunció que de forma general sólo funcionaban dos o tres servicios de metro, y que había serias interrupciones en dos líneas locales del suburbano.
El operador ferroviario SNCF informó de que las líneas del interurbano de alta velocidad TGV estaban retomando la normalidad y que la mayoría de los trenes regionales estaban ya operativos, pero que había aún problemas en la ciudad sureña de Marsella, en la ciudad oriental de Chambery y en Clermont-Ferrand, en el centro de Francia.
Los trabajadores huelguistas provocaron el jueves un cese casi total de los servicios ferroviarios, y las serias interrupciones se alargaron al viernes, llevando a la desesperación a los miles de viajeros que se vieron hacinados en los pocos trenes que funcionaban y provocando enormes atascos de tráfico.
La huelga, desarrollada como respuesta a los planes de recorte de los derechos de las pensiones especiales que permiten a algunos trabajadores del sector público retirarse a los 50 años, han supuesto la primera gran prueba de fuego para la determinación del presidente Nicolas Sarkozy de implantar unas polémicas reformas económicas.
Los huelguistas se dividieron por una oferta realizada a los conductores de tren del sindicado FGAAC que les permitiría retirarse hasta cinco años antes que otros puestos del personal, peor el resto de sindicatos ha planteado continuar con la presión y se reunirá la próxima semana para valorar futuras acciones.
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