El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) ha dictado un auto por el que inadmite una querella por «mobbing» que presentó el funcionario Marcos Sánchez, ahora en excedencia, contra miembros de la anterior Corporación; concretamente, contra el alcalde, Diego Maciá; y los ediles Emilio Martínez y Carlos Gosalbes.
Sánchez denunció acoso laboral después de que fuera reubicado en un despacho «sin aparato teléfonico y con un ordenador sin impresora», además de no permitirle el acceso al sistema informático municipal, antes de enviarlo a un despacho en la Policía Local. Todo ello lo relaciona con el hecho de que hubiera prestado declaración meses antes en la Comisaría en una investigación que se seguía por la agresión sufrida por un promotor del sector E-5.
Además de este delito, el querellante aseguraba en el escrito que los tres ediles cometieron un delito de prevaricación al tomar decisiones arbitrarias en otros expedientes. El TSJ resuelve que de los documentos aportados no cabe apreciar los delitos que les imputa y añade que la sala «no aprecia una persecución sistemática o acoso moral».
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