A Robin Hood lo caracterizaba una profunda capacidad de empatía con los que le rodeaban. El italiano Enzo Rossi, de 42 años, ha demostrado tener la misma virtud que el personaje literario. El empresario ha decidido subir 200 euros netos al mes el sueldo de sus empleados después de haber intentado vivir son su salario y llegar sólo hasta el día 20, ha publicado hoy el diario la Repubblica en su edición digital. El empresario se asignó un sueldo de mil euros para sí y otros mil para su mujer, que también trabaja en la sociedad, aunque ha reconocido que esa cantidad es superior, incluso, a la que perciben algunas de las familias de sus empleados.
"Me he sentido como uno cuando se sumerge en el mar a veinte metros de profundidad y descubre que la bombona de oxígeno se ha agotado", ha explicado el empresario después de no haber sido capaz de llegar al día 20 después de pagar las facturas del agua, el gas, el seguro del automóvil y haber cuidado el gasto cotidiano. "Eso significa que en un año entero habría estado sin dinero durante 120 días al año; eso no sólo es pobreza, es también desesperación", ha asegurado.
"Estamos volviendo al siglo XIX cuando en mi pueblo había condes y barones, por un lado, y aparceros, por el otro, y se decía que los cerdos nacían sin piernas porque los jamones debían ir a los señores", ha descrito Enzo Rossi para justificar su buena obra.
Una decisión que no es 'marxista'
Después de emprender esta iniciativa, el italiano no se ha considerado marxista y ha preferido identificarse con un perfil de "ex derechas". Rossi ha explicado que en los dos últimos años los beneficios de su empresa han ido bien y, por tanto, "no es justo que el único en disfrutarlos sea yo".
Lejos de perfiles políticos, Rossi ha demostrado saber colocarse en el lugar del otro, en este caso, de sus trabajadores. "El coste de la vida ha subido 150 euros al mes, según el Instituto Nacional de Estadística. Para los que son como yo no es nada, para los trabajadores 150 euros menos son casi dos mil euros al año y eso significa no pagar las averías del automóvil o no comprar el ordenador al hijo", sentenció.
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