La Comisión Europea presentará hoy su propuesta de crear una 'tarjeta azul' -equivalente a la 'green card' estadounidense- para facilitar la entrada a la UE de inmigrantes muy cualificados y hacer frente a la escasez de mano de obra por el envejecimiento de la población. La iniciativa ya ha chocado con la resistencia de Alemania y Austria, que quieren mantener el control de la inmigración legal y no cederlo a Bruselas.
El objetivo de la 'tarjeta azul' es hacer más fácil la entrada y las condiciones de residencia para este tipo de trabajadores que podrían luego desplazarse, bajo determinadas condiciones, a un segundo Estado miembro para trabajar, siempre que hayan pasado dos o tres años de residencia legal en el primer país. La 'tarjeta azul' se limitaría a un periodo inicial de dos años, renovable, según ha explicado en diversas ocasiones el vicepresidente de la Comisión y responsable de Justicia, Libertad y Seguridad, Franco Frattini.
Para no penalizar su potencial movilidad, la iniciativa plantea que los trabajadores puedan acumular los periodos de residencia legal en diferentes Estados miembros para obtener más rápidamente el permiso de larga duración.
Frattini también encuentra en esta fórmula ventajas para frenar la fuga de cerebros porque alega que, según diferentes estudios, los trabajadores cualificados ejercen una presión positiva sobre los mercados laborales de sus países de origen, que a su vez cuentan con las remesas enviadas por los emigrantes y en ocasiones con el retorno de algunos de sus ciudadanos.
Pese a todo, admite que hay algunas zonas del planeta y algunos sectores, especialmente en África, donde conviene extremar las precauciones y promover un reclutamiento "ético" para limitar, e incluso prohibir, políticas de reclutamiento en países subdesarrollados donde padecen una seria fuga de cerebros.
El Ejecutivo comunitario pretende con la 'tarjeta azul' darle la vuelta a las estadísticas, que indican que el 85% de la mano de obra no cualificada viene a Europa mientras que en Estados Unidos este porcentaje es sólo del 5% y, en cambio, los trabajadores cualificados que viajan al otro lado del Atlántico son el 55% mientras a la Unión Europea sólo lo hace el 5%.
DERECHOS DE LOS INMIGRANTES
La Comisión presentará también este martes una norma sobre los derechos de los inmigrantes económicos, que abordará cuestiones como la educación o la atención médica, y que tratará de "armonizar" las disposiciones de los Estados miembros, aunque sin obligar a ninguno a rebajar los derechos que ya concede. Esta legislación reunirá en un único documento el permiso de trabajo y residencia.
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