Al grito de "A Polanco le ponen una calle y a nosotros de patitas en la calle", cientos de manifestantes recorrieron la Gran Vía madrileña hasta llegar a la sede de Prisa, reivindicando su permanencia en sus actuales puestos de trabajo. Según el representante del sindicato UGT en Mateu Cromo, Rafael García "el expediente de regulación de empleo dejaría fuera a 490 trabajadores de la empresa en la central de Pinto, dando a los afectados unas indemnizaciones mínimas". Durante la marcha pudieron verse pancartas con inscripciones del tipo "Grupo Prisa compra el silencio de radios y televisiones", "otra solución si es posible", o "terrorismo empresarial".
El pasado jueves los trabajadores rechazaron el preacuerdo al que CCOO y UGT habían llegado el 16 de octubre en el Instituto Laboral de Madrid ante la presentación de un expediente de regulación de empleo que conllevaba el cierre de todas las empresas del Grupo en el polígono de Pinto y que suponía la pérdida de 600 puestos de trabajo de las empresas: Mateu Cromo, Dédalo Altamira y Mateu Liber y la empresa Macrolibros, S.A. de Valladolid.
Para los sindicatos, al parecer Prisa e Ibersuizas "pretenden reconvertir su estructura actual en una nueva empresa con una plantilla menor y más rentable. Quieren que sea una empresa más competitiva ya que con mucha capacidad de producción y pocas ventas, pierden dinero". Pero los trabajadores no se dan por vencidos. Han convocado cinco días de huelga entre esta semana y la que viene con el fin de forzar una negociación que les satisfaga.
Según el representante de CCOO, si durante esta semana no se producen las citadas negociaciones, el próximo martes, día 30, está prevista una marcha a pie desde Villaverde hasta Cibeles.
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