El presidente y coordinador del Congreso de Trabajo y Fraternidad (COTRAF) de Ruanda, Dominique Bicamumpaka, especifica que una de las principales prioridades de este sindicato es "la sindicalización del sector informal, principalmente en los sectores del té y del café".
En una entrevista recogida por la Confederación Sindical Internacional (CSI) –que representa a 168 millones de trabajadores en 153 países– Bicamumpaka recuerda que la mayoría de los trabajadores de Ruanda se emplean en la economía informal, principalmente en el sector agrícola, que constituye el 90 por ciento de la actividad económica del país.
"La situación es especialmente preocupante en los sectores del té y del café ya que en muchas fábricas de producción los trabajadores no tienen contratos de trabajo", alerta. "Se estima que son unos 80.000 los que están en esa situación. También hay trabajadores informales sin contrato en cooperativas de propietarios de pequeñas plantaciones", aclara.
En esta situación, el sindicalista explica que tratan de ayudar y respaldar a estos trabajadores "para que organicen la gestión de sus proyectos. Mediante un sistema de microcréditos, les brindamos respaldo financiero para que puedan hacer realidad sus proyectos", indica.
Así, el presidente del COTRAF señala que los principales objetivos de su sindicato pasan por "respaldar, movilizar y defender a los trabajadores, hacerles tomar conciencia sobre la necesidad de una organización sindical" por lo que "forman a dirigentes sindicales".
"Les explicamos las ventajas que tiene el movimiento sindical y les informamos de los derechos que tienen como trabajadores. En general, somos nosotros quienes nos acercamos a ellos porque desconocen nuestra existencia y lo hacemos tanto en el campo como en los centros urbanos", explica. Además, en COTRAF –que actualmente cuenta con 11.000 afiliados– se reciben "muchas quejas por despidos arbitrarios o por falta de respeto de los derechos laborales"
Por otro lado, el sindicalista lamenta que no haya "ningún sistema de diálogo social". "Hace un año hubo un decreto del primer ministro para que se creara un Consejo en ese sentido pero éste todavía no entró en funciones. Es algo que necesitamos desesperadamente porque por el momento todo es informal. Recibo cartas del Ministerio de Trabajo en las que se nos invita a algunas reuniones de consulta pero el sistema de negociación sigue estando lejos de ser adecuado", denuncia.
De cualquier modo, el sindicalista reconoce que la situación ha mejorado ya que "antes la gente tenía miedo de pronunciar la palabra sindicato". "Ahora se le da mayor difusión a los sindicatos en los medios informativos. A partir del año que viene, dentro del marco de un programa de cooperación con la central sindical belga CSCBelgique (Confederación de Sindicatos Cristianos), financiado por la Dirección de la Cooperación al Desarrollo de Bélgica, dispondremos de una ayuda para formación durante seis años. Gracias a ello, tendremos mejores dirigentes y nuestros militantes tendrán mejor capacitación", concluye.
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