Los ex mineros de Boliden anunciaron el sábado que empezarán una huelga de hambre a partir del 5 de noviembre si no se soluciona el conflicto laboral que mantienen con la Junta de Andalucía desde que 22 trabajadores de Egmasa perdieron su empleo en agosto pasado.
El pasado fin de semana se bloquearon las negociaciones mantenidas en los últimos días entre la Junta y los ex mineros de Boliden después de que el informe técnico elaborado por la Consejería de Innovación confirmara que la empresa pública Egmasa sólo puede dar trabajo a 15 trabajadores en el plan de abandono de la mina de Aznalcóllar.
El sábado se hizo efectiva la ruptura de estas negociaciones tras la celebración de una asamblea entre 65 de los 75 ex mineros, que pusieron de manifiesto mediante una votación el rechazo al plan de la Junta, con una abstención y dos votos a favor.
Los antiguos empleados de Boliden, que mantienen su encierro en la catedral de Sevilla en protesta por el despido de 22 de ellos, han considerado que el plan de abandono de la mina de Aznalcóllar requeriría un mínimo de 43 trabajadores, en lugar de los 15 establecidos por la administración autonómica, según ha explicó a Efe el secretario de Acción Sindical de la Unión Provincial de CCOO, Francisco Figueroa.
Figueroa ha indicado que el empleo de estos 43 trabajadores en Egmasa es "básico" para garantizar el buen funcionamiento del plan de abandono, y ha denunciado que la Junta sea incapaz de dar trabajo a estas 43 personas porque está externalizando las tareas que les corresponden a través de subcontratas.
Figueroa ha exigido a la Junta que ponga sobre la mesa la lista de empresas que estarían dispuestas a ofrecerle empleo a los ex mineros, así como las condiciones de dicho empleo.
También ha declarado que los delegados de Empleo y de Innovación, que lideraron las negociaciones por parte del Gobierno autonómico, han tenido "constantes desencuentros y se han lanzado acusaciones mutuas", lo que para el sindicalista hace evidente que el Gobierno andaluz no es coherente en sus propuestas.
A este respecto, tanto el delegado de Innovación, Francisco Alvaro Julio, como el de Empleo, Antonio Rivas, han asegurado que "la Junta de Andalucía ha tenido siempre una voz única en el proceso negociador", si bien reconocieron haber tenido "pequeñas discrepancias entre ellos".
En rueda de prensa, Alvaro Julio ha sostenido que se siente "muy defraudado" por la actitud de los ex mineros y ha manifestado que han rechazado un documento que para antes del 31 de diciembre próximo aseguraba la definición de al menos 75 ofertas de trabajo estables y definidos, que se habrían materializado durante 2008.
Para el delegado de Innovación, los mineros también han rechazado una garantía de niveles de ingresos con una renta "justa" equivalente al salario que perciben actualmente, además de los 15 trabajos indefinidos en Egmasa.
Por su parte, Rivas ha denunciado que los portavoces de los ex mineros de Boliden en el proceso negociador no les hayan hecho llegar a los trabajadores a los que representan toda la información emitida por la Junta.
En cuanto a la denuncia de Figueroa de que la administración andaluza no haya concretado el nombre de las empresas que ofrecerían empleo a estos trabajadores ni bajo qué condiciones se contratarían, Rivas ha reconocido no haber hecho pública esta información "para no ser acusado de negociar las condiciones de los trabajadores a espaldas de los trabajadores".
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