La conciliación entre la vida laboral y la familiar sigue siendo una asignatura pendiente: veinte de cada cien trabajadoras onubenses abandonan en algún momento de su vida laboral el trabajo para dedicarse al cuidado de algún familiar. Así, se pone de manifiesto en un estudio realizado por UGT, en el que se apunta a la maternidad como la principal causa para este abandono, al no poder compatibilizarla con una actividad laboral.
Tomando como base ese dato y en función de las últimas cifras sobre el mercado laboral de Huelva, se deduce que las 75.100 mujeres trabajadoras que actualmente hay en la provincia, más de 15.000 dejarán de serlo para ejercer el cuidado de niños, adultos enfermos, incapacitados o mayores de su entorno familiar, según el estudio realizado por el sindicato, para el que se ha analizado la situación de cerca de un millar de andaluces de todas las provincias, con edades comprendidas entre los 16 y los 65 años.
La causa principal por la que una mujer deja su condición de ocupada en la provincia es la atención a los hijos. Así, la razón principal por la que las mujeres encuestadas dejaron su condición de empleada fue el cuidado y educación de los niños (casi un 28 por ciento del total), al que le sigue el simple hecho de haber contraído matrimonio (17 por ciento) y el cuidado de algún mayor o discapacitado (5 por ciento).
Que sea la mujer la que deja de trabajar y no el hombre tiene una explicación para el sindicato: el sueldo de ellas es de “segunda categoría en el hogar”, ya que es hasta un 39,6 por ciento más bajo que el de ellos (en el caso de los jóvenes la diferencia es de un 20 por ciento); diferencia similar a la del resto de Andalucía, aunque superior a la media nacional que se sitúa en el 27 por ciento y a la europea, que está en el 15 por ciento. Una diferencia que depende de la formación que acredite la trabajadora: mientras en los niveles de conocimiento más altos (diplomado y titulado), la diferencia salarial es de un 23,5 por ciento; ésta se eleva hasta el 40 por ciento cuando se trata de trabajadores con niveles de Primaria y Secundaria. “Las diferencias son abismales”, denuncia el secretario de política sectorial y prevención de riesgos laborales de UGT-Huelva, Rafael González, quien puntualiza que se trata de “diferencias salariales encubiertas”; es decir, que a pesar de que las funciones que se desarrollan en un puesto de trabajo son las mismas para un hombre o una mujer, la denominación que aparece en el contrato no es la misma, “lo que permite aplicar otra categoría”.
La discriminación laboral se presenta como el motor para el abandono del puesto de trabajo entre las mujeres y por ello, desde UGT se está trabajando para fomentar la celebración del primer Día de la Igualdad Retributiva. Se mira al 22 de febrero porque se entiende que en Andalucía una mujer necesita un mes y 22 días de trabajo más que el hombre para poder cobrar el mismo salario, lo que se traduce en el calendario del próximo año en esa fecha.
Pero además de una equiparación en el salario, para conseguir que la mujer mantenga su puesto de trabajo, es necesario eliminar la segregación ocupacional (que existan puestos de trabajo exclusivamente para las mujeres, porque son desde su punto de vista los peor remunerados), o incrementar las medidas que fomenten el empleo y den más posibilidades a las mujeres a poder ajustar el horario de la jornada laboral al del desarrollo de la vida familiar. Medidas que se contemplan en la Ley de Igualdad aprobada este año y que “darán un revulsivo a la situación actual del mercado laboral femenino -explica González- aunque para comenzar a ver los efectos habrá que esperar años”.
Mientras tanto, un tercio de la población femenina con edad para trabajar se dedica exclusivamente a las tareas domésticas (frente al 0,5 por ciento de los hombres) y el 86 por ciento de las mujeres onubenses asegura que la asunción de responsabilidades familiares es un obstáculo para su desarrollo laboral, ya que seis de cada diez ocupadas compaginan su empleo con las tareas domésticas, mientras que apenas cinco de cada cien hombres contribuyen a ello.
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