Italia ha endurecido su postura respecto a los inmigrantes que viven en el país y ha aprobado un decreto por el cual la policía tendrá la posibilidad de expulsar a ciudadanos de la Unión Europea a los que se catalogue de "peligrosos para la sociedad". Aquellos que regresen ilegalmente podrían ser encarcelados durante hasta tres años.
Esta medida aprobada por el Gobierno de centro izquierda ha sorprendido a muchos puestos que el Ejecutivo era en ocasiones tachado de ser muy tibio respecto a la política de inmigración. "En los primeros siete meses del año, los rumanos conformaron el 75% de los arrestos de aquellos que violaron, robaron, mataron. Claramente, tenemos un problema específico", señaló el alcalde de Roma, Walter Veltroni, citando estadísticas criminales de la capital para justificar el decreto puesto en práctica a partir de este jueves.
Por su parte, el primer ministro italiano y ex titutar de la Comisión Europea, Romano Prodi destacó que los crímenes de rumanos no son "sólo un problema que involucra a Italia" y sugirió que podría discutir el tema con otros estados.
Prodi ha dado fuerza a la medida aplicándola por decreto, en una reunión de gabinete de emergencia, después de que la policía arrestara a un hombre rumano por el ataque y violación de Giovana Reggiani, la esposa de un oficial naval italiano, un caso que ha captado la atención de la prensa y de los italianos en general.
Los ciudadanos de la UE tienen permitido viajar libremente a través de las fronteras, pero las autoridades italianas argumentan que los nuevos poderes de expulsión están permitidos bajo las reglas de la UE.
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