El presidente ejecutivo de Citigroup, Charles Prince, planea renunciar a su cargo, según publicó el viernes el diario Wall Street Journal, mientras la creciente crisis del mercado hipotecario da el golpe final a un reinado largamente criticado.
El mayor banco de Estados Unidos por activos tiene previsto celebrar una reunión de emergencia el domingo, en la que dimitirá Prince, según ese periódico, que citó a personas conocedoras de la situación.
El portavoz de Citigroup, Michael Hanretta, no quiso realizar comentarios. Prince no respondió inmediatamente una llamada a su oficina.
Las especulaciones sobre que Prince podría dejar pronto el banco han rondado durante semanas, después de una reevaluación en sus bienes en el tercer trimestre de 6.500 millones de dólares que alimentó temores de más pérdidas en el futuro, lo que llevó a las acciones de Citigroup a un mínimo de 4 años y medio.
También se espera que en la reunión del domingo los directivos aborden la posibilidad de otro gran revisión, indicó el diario The New York Times. Se formará una comisión para encontrar al sucesor de Prince, indicó el periódico, citando a personas cercanas a la junta.
"Prince había dicho a los inversores que este sería el año sin excusas. Se convirtió en un año de muchas excusas", declaró Thomas Russo, un socio de Gardner Russo & Gardner en Lancaster, Pennsylvania, que invierte más de 3.000 millones de dólares y es propietario de acciones de Citigroup.
Las acciones de Citigroup han caído un 32 por ciento este año y bajaron 78 centavos a 37,73 dólares en las operaciones del viernes. Los papeles subieron a 39,01 dólares tras el cierre a medida que se conocían las informaciones de la inminente partida de Prince.
El coste de proteger la deuda de la compañía contra la morosidad ha subido a niveles que implican que se deberán reducir las calificaciones de crédito del banco.
La salida de Prince sería la segunda de un alto ejecutivo de Wall Street en menos de una semana. El martes, Merrill Lynch & Co desbancó al presidente ejecutivo Stan O'Neal después de una reevaluación de 8.400 millones de dólares.
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