El aumento de la inseguridad política y jurídica y los ataques a la iniciativa privada en algunos países de la región y el empleo fueron destacados ayer como problemas que traban el desarrollo de las empresas por unos 200 participantes en el III Encuentro Empresarial Iberoamericano.
La cita, que fue inaugurada por la presidenta chilena Michelle Bachelet y que forma parte de la XVII Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno, está centrada en la cohesión social y el crecimiento económico.
La agenda pone además el acento en la inestabilidad política y macroeconómica de algunos países, principales barreras para el desarrollo sostenible de las empresas.
El presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Gerardo Díaz Ferrán, destacó en su discurso de apertura que algunos países de la región siguen mostrando grandes brechas en la educación, empleo, la salud y en la distribución de la riqueza.
"Todo ello, unido a que existen carencias en determinados países en relación con el funcionamiento de las instituciones, hace que nuestras sociedades sean cada vez más vulnerables a las crisis socioeconómicas", añadió.
Sostuvo que siguen pendientes reformas estructurales en la mayoría de los países iberoamericanos, que permitan sostener el proceso de crecimiento actual y el encaje de las economías regionales en la globalización.
Díaz Ferrán, tuvo "el honor" como subrayó, de entregar a la presidenta Bachelet la declaración que resume los acuerdos de la XVIII Reunión de Presidentes de Organizaciones Empresariales Iberoamericanas celebrada en Santiago este lunes y martes.
"Las Organizaciones Empresariales Iberoamericanas queremos reiterar nuestro compromiso con el desarrollo económico y social de nuestros países a través de nuestra responsabilidad fundamental de crear riqueza y empleo", destacó.
En tanto, el presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC) de Chile, Alfredo Ovalle, dijo en la inauguración que no puede haber cohesión social en un país que no crece y no es capaz de dar cuenta de las demandas cada vez más importantes de sus habitantes.
"Pero tampoco", dijo, "es capaz de crecer, de forma sostenida, un país que no afianza la cohesión de su población, que no logra armonizar la convivencia de todos sus actores sociales".
Añadió que es "un requisito básico" la existencia de un ambiente de libertad económica y de reglas justas, que permitan la generación de condiciones necesarias para derrotar la pobreza.
Ovalle afirmó que por ello, "hoy más que nunca", es fundamental señalar con claridad, que en tanto no se reconozca a la libertad económica su capacidad para derrotar la pobreza y no se valore el rol social de la empresa, continuarán los temores que imposibilitan "compartir una visión de futuro entre los distintos sectores de la sociedad".
En la cita empresarial iberoamericana que culmina hoy, se debatirá la "Declaración de Santiago de Chile", que identifica nueve pilares fundamentales en los cuales deben basarse el desarrollo sostenible de las empresas.
Entre ellos destacan la propiedad privada y la seguridad jurídica como piedra angular del desarrollo económico y la estabilidad política y macroeconómica, como condiciones indispensables para el quehacer de las empresas.
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