Los 75 ex mineros de Boliden abandonaron ayer alrededor de las 15.00 horas el encierro que llevaban a cabo en la catedral de Sevilla desde el pasado día 7 de septiembre ante el conflicto laboral que finalizó el martes con la firma del acuerdo entre la Junta y los trabajadores y tras el que procederán a incorporarse, a partir de mañana, en la empresa pública Egmasa hasta su colocación definitiva en otras compañías.
Los antiguos empleados de Boliden se dirigieron en autobús hasta la mina de Aznalcóllar, tras lo que comenzaron una marcha a pie de varios kilómetros hasta llegar a la Iglesia de Nuestra Señora de la Consolación, donde permanecen encerradas sus esposas y familiares desde hace 33 días.
El portavoz de los mineros, Juan José Fernández, explicó que su reincorporación hoy al Plan de Abandono de las instalaciones de la mina, en la que desempeñarán las mismas labores de mantenimiento que antes de comenzar las movilizaciones, supone una "nueva etapa de tranquilidad" que aseguró no creer aún. Del mismo modo, se mostró "animado y satisfecho" ante el acuerdo ratificado ayer que recoge el empleo estable e indefinido en el que se garantiza un nivel mínimo de renta, estimado en 20.800 euros al año, lo que "satisface plenamente las expectativas de los trabajadores, ya que iguala sus percepciones salariales actuales".
Marcó el 31 de diciembre de 2007 como fecha límite para que la Junta aporte los datos y condiciones de todas las empresas donde los ex mineros van a ser recolocados, así como el 31 de diciembre de 2008 como base para que dichos contratos se hayan hechos efectivos. ambién, recoge el 30 de septiembre de 2008, momento en el que se evaluará "si existe algún tipo de incumplimiento del convenio" y si hay algún trabajador afectado para aplicarle medidas de acompañamiento para que no quede "en desamparo".
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