Los sindicatos minoritarios de Italia informaron de que la huelga convocada ayer para protestar por la precariedad y por la política laboral del Gobierno fue secundada por más de dos millones de trabajadores, según sus datos.
Roma acogió el acto central de la jornada, donde se dieron cita 50.000 de los 400.000 trabajadores del sector de los transportes (trenes, autobuses urbanos y aviones), la sanidad, la escuela y el empleo público que, según los sindicatos, protestaron en las 25 manifestaciones convocadas en todo el país.
La huelga comenzó a primeras horas de la mañana y se unió a otros paros organizados por el personal de las compañías aéreas italianas Alitalia y Eurofly, así como de las sociedades que gestionan equipajes en los aeropuertos, que conllevaron la suspensión de casi un centenar de vuelos.
El sindicalista Piero Bernocchi, líder de la confederación Cobas, una de las convocantes de la protesta, explicó que están "en contra de la difusión de la precariedad, del desastre de las pensiones y del acuerdo del 23 de julio" entre el Gobierno y los grandes sindicatos para la reforma del sistema de jubilaciones.
Los Presupuestos Generales, actualmente en trámite parlamentario, también fueron centro de la protesta pues, según Bernocchi, "el Gobierno sólo destina recursos a la patronal, a los industriales y al gasto militar".
El paquete de medidas sobre el bienestar social, que se debate en el Senado, fue otro de los motivos de la huelga, pues para estos sindicatos esas normas son "un ataque al mundo del trabajo".
Roma fue la ciudad más perjudicada por las movilizaciones al soportar las molestias por el paro parcial del transporte urbano, que conllevaron además problemas en los accesos por carretera a la capital italiana.
Según los medios locales, en el resto de las grandes ciudades italianas como Milán, Turín, en el norte, o Nápoles, en el sur del país, la adhesión fue limitada y las empresas municipales de transporte apenas observaron una reducción de sus servicios.
Así mismo, la compañía estatal de ferrocarriles informó de que la adhesión a esta protesta fue de "en torno al 1%" de los trabajadores, con lo que la circulación de los trenes fue "casi regular".
Los comentarios están cerrados.